Calificación: necesita mejorar

La Rioja

Como el alumno que acude a clase a recoger sus notas el último día de colegio, los tres equipos riojanos de Primera Federación han quemado la primera de las tres etapas de la temporada en momentos contrapuestos. Después de once jornadas, la categoría se hace un lado para que la Copa del Rey adquiera todo el protagonismo el próximo fin de semana y, paradójicamente, el equipo mejor clasificado es al que más deberes le quedan aún por hacer. La 8ª posición y los 15 puntos de la UD Logroñés son más que insuficientes para que el alumno pueda aprobar el primer examen de la temporada.

El club más pudiente de los tres en materia económica y social está muy lejos de lo que sus aficionados quieren que sea. Una afición que ha pedido la dimisión del técnico en los dos últimos encuentros en Las Gaunas porque el bagaje del equipo como local es un auténtico drama. De hecho, la parroquia blanquirroja es la afición de todo el Grupo II que menos puntos ha saboreado cuando su equipo ha jugado en su estadio. Cuatro puntos de quince posibles con tan solo una victoria que llevarse a la boca.

La ilusión y la esperanza de los más de cuatro mil abonados blanquirrojos se han convertido en apenas dos meses en decepción y hartazgo por la situación que atraviesa la UD Logroñés. Como Jekyll y Hyde, la gran versión del equipo a domicilio resulta insuficiente para que los de Albert Aguilá superen el primer examen del curso. Para que la calificación sea mejor dentro de unos meses, Las Gaunas tiene que cambiar los pitos por los aplausos no solo porque tras el pitido final los tres puntos se queden en casa de forma habitual sino porque el fútbol desplegado por su equipo esté a la altura de la institución que representan.

Dos puntos por debajo (13) y en 14ª posición, la SD Logroñés sale airosa de este primer parcial aunque cualquier desliz llevaría al alumno al mes de septiembre. En puntuación de descenso, su capacidad ofensiva ha pasado a un segundo plano porque es el equipo que más goles encaja de todo el Grupo II con 20 dianas. Una cifra que le podría meter en serios problemas si no consigue revertir la tendencia. A pesar de no ser un equipo especialmente frágil atrás, la SD Logroñés ha encajado al menos dos goles en seis de las once jornadas de competición. Parece una contradicción pero no lo es.

El bajo nivel de Jero Lario en portería, los despistes del equipo a balón parado y alguna que otra acción polémica en contra de los riojanos han ido lastrando a un equipo que de momento está cumpliendo el objetivo pero cuyo futuro pende de un hilo. Con una propuesta de fútbol atractiva y en la que nadie negocia un esfuerzo, Raúl Llona tiene a sus órdenes un ejército de soldados que lucharán con él hasta el final. Y eso no es una cuestión menor en la lucha encarnizada por la permanencia que se va a vivir en este Grupo II de aquí al mes de mayo.

Precisamente el tiempo y la tendencia al alza del equipo son las principales bazas del CD Calahorra para ilusionarse con el futuro. El conjunto dirigido por Juan García llega a este parón en su mejor momento tras haber conseguido su primera victoria en La Planilla y después de haber sacado un punto en el derbi ante la UD Logroñés. Como cuarto equipo que menos goles encaja del grupo con 9 dianas, el principal debe de los calagurritanos está en el arco contrario. Su máxima referencia, Toni Gabarre, tan solo ha marcado un gol, y Marcos Baselga está recogiendo el testigo ofensivo del equipo con tres goles.

Quizá, el principal objetivo del equipo de aquí a final del curso sea trasladar las grandes actuaciones que ha conseguido el Calahorra en escenarios amplios a un campo de menores dimensiones como La Planilla. Los calagurritanos se adaptaron a las mil maravillas y sacaron puntos de escenarios tan complicados como el Enrique Roca de Murcia o Las Gaunas pero como locales apenas han conseguido seis puntos de quince posibles. La falta de pegada lastró en exceso a un equipo que no sumó su primer triunfo de la temporada hasta la séptima jornada. El alumno roza un aprobado que tiene al alcance de la mano si continúa en la misma dinámica con la que llega al primer respiro de la temporada.