Las secuelas del covid-19: "No puedo andar más de un kilómetro"

Logroño

Tamara es sanitaria y tiene 41 años. Se contagió de covid después de su tercera vacuna. Pasó la enfermedad en casa con fiebre, le costaba respirar y casi no podía hablar. "No era capaz de reír, de llorar, de hablar... tenía que comer muy despacio porque me ahogaba", relata esta mujer. "Mis pulmones según las pruebas que me hizo el neumólogo estaban bien, pero seguía sin poder andar más de medio kilómetro sin tener que pararme cada dos por tres porque me fatigaba", explica Tamara en los micrófonos de la SER.

Meses después volvió a contagiarse de covid y una vez recuperada apareció otra secuela más: la pérdida de la memoria. "No me acordaba de la película que había visto el día anterior. No era capaz de contarles un cuento a mis hijos porque no recordaba las historias", añade. La disnea -dificultad respiratoria o falta de aire- tampoco cesaba y a todo esto se le añadía también una alopecia. "El covid me dejó casi calva, aunque ese era el menor de mis problemas. Lo peor de todo es que no puedes hacer una vida normal".

Su médico de atención primaria le pedía paciencia. "Ya se pasará, me decía. Y yo tuve que recurrir incluso a una naturista a ver si me daba algún remedio. También voy al fisio y eso me ayuda mucho. Me manda unos ejercicios para ir cogiendo musculatura porque he perdido mucho músculo. Yo iba al gimnasio 4 días a la semana y ahora solo puedo hacer las cosas de casa y enseguida me tengo que sentar y ese día para mí ya ha acabado", así relata Tamara las secuelas que le ha dejado la covid-19.

Asociación riojana de covid persistente

A través de las redes sociales Tamara encontró la existencia de un movimiento que surgía en La Rioja de personas con secuelas de la covid. "Yo no pensaba que esto podía existir. Gracias a este grupo tienes por lo menos consuelo, porque son personas que les pasa lo mismo que a ti. El problema es que los que estamos sufriendo estas consecuencias de la enfermedad parecemos unos marginados y estamos ignorados completamente". Y es que, Tamara echa en falta más atención sanitaria desde el sistema público de salud.

Rehabilitación pulmonar

La esperanza para estas personas está en un estudio que ponen en marcha desde el servicio del neumología del Hospital San Pedro para aquellos pacientes que presenten esta patología y poder realizar una rehabilitación pulmonar.

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Aún así, la preocupación de Tamara está en que ella sigue de baja "pero sin un informe médico que evalúe mi caso", por lo que teme que tenga que reincorporarse. "Si no puedo hacer vida normal, tampoco soy capaz de volver al ritmo de trabajo", explica.