La vida después del deporte profesional
Daniella Da Silva, con un palmarés envidiable en el mundo del voley, prosigue su vida en el mismo pueblo de La Rioja de poco más de 1.000 habitantes, donde ha abierto una pastelería y ha tenido a su primer hijo
Entrevista con la exjugadora de voleibol, Daniella Da Silva (14/06/2023)
Logroño
Brasileña de nacimiento, pero riojano de adopción, a todas luces. Daniella Da Silva (Sao Paulo, 1981) luce un palmarés envidiable en el mundo del voleibol: 18 títulos, incluido cinco tripletes (Liga, Copa de la Reina y Supercopa). Una lista interminable de trofeos en una trayectoria de casi 25 años en la cancha. Todos ellos en las filas del Voley Murillo (luego Voley Logroño), un equipo al que se alistó cuando jugaba en la segunda categoría nacional del voleibol femenino y con el consiguió escribir una de las página más brillantes de la disciplina.
"Todavía sigo echando de menos la rutina de los entrenamientos, los nervios de los partidos y el día a día con las compañeras", sonríe al otro lado del teléfono. Su vida ha cambiado. La pandemia se llevó por delante uno de los clubes con mayor predicamento no sólo en La Rioja, donde convivió con el Haro Rioja Voley, sino en España, donde mostró su hegemonía durante más de cinco años, desde su primer título, en 2013, hasta el último, en 2020.
Daniela Da Silva, jugador del Voley Logroño.
"Es una pena y todavía me cuesta hablar de ello", reconoce. De hecho, la pandemia se llevó al traste de manera definitiva este proyecto de éxito, liderado por Carlos Arratia. "Había acordado con él despedirme en esa temporada, pero resultó imposible. Llegué a tener ofertas para jugar en otros sitios, pero mi intención era decir adió en el equipo de mi corazón".
De jugadora de voley a pastelera
Ahora su vida ha cambiado. Regenta una pastelería, Dulces Dani Chica, en el pueblo que le vio crecer profesionalmente: Murillo de Río Leza, con poco más de 1.000 habitantes. Además, su vida ha cambiado también de forma radical por otro motivo. "También he tenido un bebé", vuelve a sonreír . "Entre las tartas -los encargos para las comuniones en mayo han aplazado hasta en un mes la conversación prevista con la Cadena SER- y mi hijo, ahora no tengo tiempo para nada".
Asegura que lleva unos años, pandemia mediante, alejada del mundo del deporte. Pero ya tiene un nuevo reto en mente. "Quiero correr una maratón". Y, para ello, ya ha empezado a entrenar. Eso sí, a ritmo bajo. Pero habrá que estar muy pendiente a sus progresos. Esta deportivas siempre supera sus expectativas.
No en vano, en junio de 2019 recibió de manos del rey Felipe VI la Orden del Mérito Civil, coincidiendo con el quinto aniversario del monarca en el trono, en reconocimiento y por su brillante carrera deportiva, fruto de su esfuerzo, trabajo y constante lucha por superar sus límites.