Variante de Rincón de Soto: un pueblo (y una región) dividido por el tren

Logroño

La variante ferroviaria de Rincón de Soto es un asunto recurrente del que se viene hablando casi 25 años coincidiendo con los primeros movimientos para retirar las vías del tren que atraviesan el centro de esta localidad de La Rioja de apenas 4.000 habitantes. Una actuación para atender una vieja aspiración de los vecinos, cuya prioridad pasa por retirar las traviesas y las vías férreas, que ponen en peligro, desde hace tanto años, su seguridad y comprometen el crecimiento de este pueblo de La Rioja Baja.

Un proyecto que, después de muchas idas y venidas, está a punto de hacerse realidad con el comienzo de las obras de la construcción de esta variante, por el norte de la localidad, junto al río Ebro. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbanas (Mitma) está a punto de adjudicar los trabajos con un presupuesto de 67,5 millones de euros. Una intervención que cuenta con fondos europeos para, en un plazo de tres años, llevar a cabo este trazado que sortee el municipio con una longitud de 9,3 millones de euros. Un proyecto que, tras sus últimos cambios, permite circular trenes de alta velocidad (alrededor de 200 km/h).

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Sin embargo, la decisión del Gobierno de La Rioja de solicitar al Mitma "la paralización del proyecto" de la variante de Rincón de Soto ha vuelto a abrir las heridas en un pueblo dividido por el tren. La razón estriba "en el impacto en los cultivos y el paisaje", según ha confirmado el portavoz del Ejecutivo, Alfonso Domínguez, quien reclama una alternativa, por el sur, con menores afectaciones a las parcelas de la DOP Peras de Rincón de Soto, el cultivo por excelencia en esta zona.

Una decisión que ha tenido respuesta inmediata por parte del director general de Infraestructuras en funciones, el socialista Vicente Urquía, quien ha dejado claro en la Cadena SER de La Rioja que "paralizar la variante de Rincón de Soto es abandonar la alta velocidad en La Rioja durante años y años".

En los mismos términos se ha expresado la delegada del Gobierno en La Rioja. Beatriz Arraiz ha insistido en que no hay "alternativas por otro trazado" para un proyecto para el que "no hay marcha atrás", ha indicado. "Una alternativa supone retrasar en al menos veinte años una actuación que está a punto de comenzar", ha añadido. Los trabajos de la variante, ha asegurado, podrían empezar antes de acabar el año.

Por otro lado, la paralización de la construcción de la variante de Rincón de Soto supondría, además, "sacar a La Rioja de la planificación del corredor ferroviario Cantábrico-Mediterráneo". En la actualidad, el Mitma planifica la mejora del trazado hacia Zaragoza, entre Logroño y Castejón, que se encuentra en estudio informativo, al tiempo, que se trabaja también, en la planificación para reducir los tiempos de viaje y mejorar la infraestructura ferroviaria entre la capital y Miranda de Ebro.

Un pueblo, dos plataformas de vecinos

El tenso debate sobre la mejor solución también se ha trasladado a los vecinos. Calles y balcones lucen pancartas a favor y en contra de la opción que está sobre la mesa. Años de espera que han desembocado en la creación de dos plataformas vecinas. Por un lado, la Asociación para la Ordenación de las Vías de Transporte Futuro (APOFIV), que aplaude la decisión "valiente e inteligente" del Gobierno de La Rioja para paraliazar el actual proyecto de la variante de Rincón, por el norte, según ha asegurado su portavoz, Adolfo Nájera, en la Cadena SER de La Rioja.

Al otro lado, la Plataforma de la Vía, que considera que la prioridad es acabar con la anomalía en Rincón de Soto y sacar las vías del tren del centro de la localidad. Uno de sus responsables, Ángel Fernández, sostiene que la variante sur "nunca ha sido una opción real; en 2009 quedó claro entre las tres administraciones [local, regional y estatal], que la única alternativa era por el norte". La opción del sur, en su opinión, sería volver a la casilla de salida.

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