El Ayuntamiento de Calahorra adopta medidas para frenar el deterioro del casco antiguo

Calahorra

El Ayuntamiento de Calahorra ha informado del plan que ha diseñado para frenar el deterioro urbanístico del casco antiguo. Un plan, que cuenta con medidas a corto y a largo plazo, y que se enfoca principalmente en una línea de derribos, en actualizar los padrones municipales, en arreglar viviendas municipales para cuando surjan nuevos realojos, en modificar la ordenanza de ayudas a la rehabilitación y en la elaboración de una nueva ordenanza para elaborar inspecciones en viviendas.

Llamamiento a los propietarios

Según ha señalado la alcaldesa, Mónica Arceiz, "hay un total de 178 inmuebles en mal estado" y antes de finalizar el año, se llevarán a cabo 8 derribos. Arceiz ha querido también hacer un llamamiento a los propietarios de las viviendas, especialmente a los propietarios de viviendas en este barrio calagurritano. "La competencia del mantenimiento de una edificación es de su propietario. Son los dueños los que tiene el deber y la obligación de conservarlo en buen estado de seguridad y salubridad".

"30 años de abandono"

Por su parte, el delegado de Cáritas, José Andrés Pérez, en los micrófonos de Radio Calahorra, ha señalado que el estado de este barrio "es la crónica de muchas desgracias anunciadas". Se ha mostrado tajante, porque asegura que todos estos acontecimientos vienen como consecuencia de "más de 30 años de abandono total, por administraciones de todos los niveles y de cualquier signo político".

"Es un gueto"

Explica el delegado de Cáritas que, "el casco histórico de la ciudad es un gueto" y aporta un dato: "el 90% de alumnos matriculados en el Colegio San Andrés pertenece a colectivos vulnerables". Pérez insiste en la necesidad de implantar una política de vivienda verdaderamente social. "Hay que acompañar a las personas en situación de vulnerabilidad desde una perspectiva global. No se trata de solucionar problemas puntuales, hay que realizar un programa de atención integral". En este sentido, el delegado de Cáritas señala que "es la única solución y a la larga la más barata, porque las personas que finalmente consiguen integrarse en la sociedad pasan de ser dependientes a contribuyentes"

En cuanto a la Ley de Vivienda, Pérez asegura que desde la entidad social se lleva reclamando durante mucho tiempo a las administraciones. "Es necesaria. Hace falta un parque público de vivienda social, con condiciones de alquiler adaptadas a cada caso. Si no hay vivienda digna es muy difícil avanzar en el resto de aspectos vitales"

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