El calor en octubre: ropa de invierno sin vender y terrazas llenas

El refranero español nos recuerda que "nunca llueve a gusto de todos", aunque ahora la protagonista no es la lluvia sino las altas temperaturas. Los termómetros marcan cifras más propias del verano que del otoño y una de las consecuencias negativas se nota en el comercio textil, que ralentiza sus ventas y ven cómo la ropa de otoño-invierno sigue en las perchas colgadas. Desde agosto, con el final de las rebajas, esta ropa de temporada tomó su espacio en los escaparates pero no ha conseguido atraer a los clientes. El descenso en las ventas, como nos dice la responsable del comercio de moda infantil Yo Clhoe, se aprecia sobre todo en la venta on-line. Jéssica Rocha afirma que "en la venta on-line sí he notado que el frío no ha llegado y que la gente va más despacio. Ahí es donde más he notado el cambio climático que estamos sufriendo, con temperaturas que no son normales en este mes de octubre". En cambio en la tienda física, ya que "al final las mamás están deseando comprar la ropita nueva a sus bebés, los regalos, eso nos va salvando mucho", afirma.

Sector del comercio

Y a los efectos derivados del cambio climático, que van a ser habituales, el presidente de la comisión de Comercio de la Cámara de Comercio de La Rioja, Fernando Cabezón, une el encarecimiento de la energía o el concepto de las rebajas desvirtuado. Todo ello "hace que las ventas bajen". Por eso afirma Cortezón que "habrá que ir adaptando patrones de venta y además son necesarias las ayudas. "El comercio está dispuesto a colaborar en todo porque creemos que esta situación es grave y no podemos mantenernos al margen, pero nos gustaría hacer un llamamiento a que necesitamos ayudas y nos gustaría que estas políticas que a veces se centran solo en lo visual, en el comercio de abajo, afecten realmente a todos los operadores de comercio", afirma.

Terrazas haciendo el agosto

En el otro lado de la moneda, están los sectores que sí se ven beneficiados de estas temperaturas tan impropias del mes de octubre. Uno de ellos es la hostelería, donde algunos establecimientos están haciendo el agosto en este mes con las terrazas completas. "Se nota más movimiento a pesar de que ya han empezado las clases, que la gente ya ha entrado más en rutina diaria casi de invierno. La gente aprovecha el buen tiempo", dice Matías, un camarero de la capital.

Algo que corroboran algunos clientes, aunque algunos dicen que este calor no apetece.. "Hay mosquitos, hay plagas, no quiero este calor", dice una clienta. "A ver, hay que adaptarse a las circunstancias", dice otra. Un calor con temperaturas cercanas a los 30 grados en La Rioja que nos acompañará toda la semana.