Los testamentos vitales en La Rioja se duplican en el último año por "una muerte digna"

Logroño

En 2022 La Rioja atendió cinco solicitudes de eutanasia, de las que finalmente se llevaron a efecto cuatro, de acuerdo a los datos de la Comisión de Garantía y Evaluación, encargada de gestionar la prestación de ayuda a morir. Una cifra que duplica el número de solicitudes, dos, que se atendieron en La Rioja en el primer año de aplicación de la ley de eutanasia, que entró en vigor en marzo 2021.

El sistema sanitario pone a disposición de los pacientes una situación de padecimiento grave, crónico e imposibilitante o enfermedad grave e incurable, causantes de un sufrimiento intolerable, la posibilidad de solicitar esta prestación de ayuda a morir o de acogerse a otras medidas sanitarias como los tratamientos paliativos; siempre a juicio del propio paciente.

Esta comisión, adscrita a la Consejería de Salud, está compuesta por cuatro profesionales sanitarios y tres juristas. Su función es verificar y comprobar el cumplimiento del procedimiento establecido en la ley de eutanisa. Además, resuelve cualquier reclamación frente a denegaciones de la prestación y sus resoluciones pueden ser impugnadas ante los tribunales.

Crecimiento exponencial

Sin embargo, en La Rioja está creciendo, de manera exponencial, la inscripción de testamentos vitales. En el primer semestre de 2022 fueron 266. En el mismo periodo de 2023 se elevan hasta 548. Una cifra que supone un incremento del 106% en un año.

"La evolución es ascendente. En estos momentos tenemos en La Rioja 5.300 testamentos vitales", explica la jefa del Servicio de Ordenación y Serguridad en la Consejería de Salud, Carmen Sáenz Pastor, encargada de este trámite, que atribuye este incremento al aumento de la esperanza de vida en La Rioja (83,2 años de media, aunque sube hasta los 86 años entre las mujer, por 80 años de los hombres, según el Instituto de Estadística de La Rioja), así como "al avance de la sociedad" en todo lo relacionado con la "autonomía del paciente" y los "cambios de valores".

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El sistema sanitario riojano ofrece este servicio desde 2006, que está despertando cada vez mayor interés, para garantizar "una muerte digna", como asegura la responsable del trámite. "Dejas por escrito lo que quieres en un futuro cuando haya un deterioro físico o mental debido a una enfermedad terminal. Sirve para evitar el dolor y el sufrimiento", matiza.

Una demanda que crece y hace cambiar el perfil del usuario, con una media, en estos momentos, de 63 años y mayoría de mujeres. "Cada vez viene más gente joven. La mayoría son mayores de 70 años, pero, en muchas ocasiones, cada vez más, vienen las familias al completo, los padres y los hijos y todos ellos hacen el testamento vital.

El testamento vital se puede solicitar en el Centro de Alta Resolución San Millán (CARPA), en Logroño, además de a través de la web de Rioja Salud y el Gobierno de La Rioja.