Plena Inclusión pide no dejar al margen la sexualidad de las personas con discapacidad

La sexualidad en personas con discapacidad debe abordarse con normalidad. Es una de las principales claves que aportan los expertos. Todos los humanos necesitamos desarrollar y vivir la sexualidad con naturalidad y desde el sentido común. Carlos de la Cruz es sexólogo y vicepresidente de la asociación estatal 'Sexualidad y Discapacidad', dice que la primera clave es el sentido común y hacer algo muy parecido a lo que hacemos con el resto de sexualidades. Y eso quiere decir que el abordaje no es ¿Qué hago cuando me preguntan? ¿Qué hago si se masturban? sino que el abordaje sería empezar a dar información de educación sexual, hablar de intimidad, el respeto a su cuerpo desnudo, darles información o permitir que tomen decisiones".

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Abordaje individualizado

La sexóloga Gemma Deulofeu apunta a que cada caso tiene que ser individualizado, porque cada persona tiene unas características y necesidades únicas. "Es muy importante conocer cada caso porque cada uno tiene sus necesidades. Por ejemplo, personas con más necesidades de apoyo que parece que esa idea queda más diluida porque parece que no hay una sexualidad y en cambio, la sexualidad es para todos. Y cómo aterrizar los contenidos a personas que más lo necesitan pero que igual no tienen lenguaje verbal para comunicar o para pedir", apunta esta experta.

Sexualidad invisibilizada

En cuanto a una de las principales barreras para abordar la sexualidad desde un punto de vista correcto, Carlos de la cruz considera que la sociedad es quien supone un problema porque invisibiliza la sexualidad de estas personas.

"La sociedad es la que pone más barreras, que es donde todavía hay demasiados estereotipos y mitos". Por ejemplo, explica cómo cuando pones en Google la palabra sexualidad, "lo que sale son parejas jóvenes, guapas, gente que está apunto de relación erótica y deja fuera a las personas con discapacidad".

Educación sexual

Y en este caso, la educación sexual también es necesaria. La educación sexual, la formación, la capacitación, el poder tomar decisiones en su día a día, aunque sean pequeñas cosas es muy importante, porque la autonomía también te previene y la formación a poder sufrir e identificar algún tipo de abuso o violencia del entorno", finaliza Deulofeu.