El paro en La Rioja subió en 3.700 personas entre julio y septiembre de 2023
La tasa se sitúa en el 9,61% según la EPA

El paro en La Rioja subió en 3.700 personas entre julio y septiembre de 2023, y la tasa se sitúa en el 9,61 por ciento, según la Encuesta de Población Activa.
Ese aumento del paro supone un 31,15 por ciento más, lo que ha situado el número total de parados en 15.500, con una tasa del 9,61 por ciento, según la EPA. En cuanto a los ocupados, la cifra al finalizar el tercer trimestre del año en La Rioja era 145.800 . Y a este dato de los ocupados se agarra el gobierno para analizar la EPA. A pesar de que la tasa de paro ha subido, según la directora de empleo, debido a la finalización de la vendimia y los contratos de verano, Cristina Salinas valora el incremento de la población activa durante este ultimo trimestre. "Es muy positivo que en La Rioja 3.700 personas se haya incorporado como activas al mercado de trabajo y sobre todo, valoramos muy positivamente que de esas 3.700, 3.300 son mujeres y, además, muchas de ellas son mujeres mayores de 45 años lo que nos incentiva en seguir trabajando en esa incorporación y en las ayudas para la contratación de las mujeres".
Sindicatos y patronal
Desde UGT apuntan al desempleo juvenil, que sigue siendo muy alto. El secretario general apunta a qué se está creando empleo, pero que o bien éste no alcanza a esta franja de la sociedad o los datos no son correctos. Jesús Izquierdo "Una tasa de desempleo de menores de 25 años del 46% que pone de manifiesto la necesidad de abordar un nuevo plan de empleo juvenil en nuestra región como le trasladamos al Gobierno en la última reunión del consejo de Diálogo Social".
Desde CCOO de La Rioja entienden como "previsible" esta subida del paro e inciden en "seguir trabajando en algunos sectores de los que somos dependientes y diversificar el empleo", además de "asumir políticas de empleo juvenil" que facilite la incorporación de la gente joven al mundo del trabajo.
Por su parte, el portavoz de la patronal riojana valora los datos pero señala que las empresas siguen viviendo una situación de inseguridad e incertidumbre. Manuel Alonso apunta dos problemas; el primero es el de la "presión fiscal que la empresa soporta por el aumento de las cotizaciones sociales en un contexto de fuerte inflación, costes energéticos y carburantes muy elevados, además de los cotes de la actividad". Por otro lado, Alonso apunta a la incertidumbre de un contexto internacional que define como preocupante. "No sabemos cómo va a evolucionar".




