Ignacio Echapresto: "Mucha gente siente esta segunda estrella como suya. Eso es lo mejor que te puede pasar"
Venta Moncalvillo logra su segunda estrella Michelin y amplía hasta ocho en La Rioja los galardones gastronómicos
Entrevista con Ignacio Echapresto de Venta Moncalvillo (29/11/2023)
La Rioja mantiene sus estrellas Michelin y suma una más, la segunda para el restaurante Venta Moncalvillo. Dos chavales de pueblo, elegantes intrusos en el mundo de la cocina, que han conseguido que su casa en Daroca de Rioja sea parada obligada en la galaxia de la gastronomía. Ubicarla aquí ha significado 28 años de trabajo decidido y esfuerzo, pero si hay algo que los define es la sencillez, la naturalidad, la humildad, la honestidad y su generosidad porque son capaces de devolverle a su tierra todo lo que ella les ha dado.
"Muchísima gente siente este premio como suyo. Y eso es lo mejor que te puede pasar: que la gente te quiera, te aprecie y que las cosas bonitas que le pasen a uno se compartan con lo demás", dice Ignacio Echapresto en los micrófonos de la SER.
Ignacio y su hermano Carlos están abrumados pero nosotros, los riojanos, nos sentimos, y así queremos hoy trasmitírselo, orgullosos de dos riojanos que siempre ofrecen un trato exquisito en una locura de proyecto que nunca les ha vuelto locos sino que les ha hecho ser cada día más coherentes con la gran responsabilidad que tenían entre fogones.
Los dos son ejemplo de lo que la gastronomía significa para La Rioja, que cuenta con 8 estrellas michelin y que, según dice Echapresto, es algo exagerado. "Del potencial que tenemos, de la fuerza y de la ilusión que hay en la restauración que hay en La Rioja, de los proyectos interesantes que vienen. Creo que mucha gente se ve reflejada en proyectos como el nuestro y eso es muy importante porque todo suma".
Venta Moncalvillo
Hace 28 años dos chavales de pueblo, Ignacio y Carlos Echapresto, abrieron el restaurante Venta de Moncalvillo porque querían quedarse a trabajar en su pueblo. Ninguno de los dos se había dedicado nunca a la cocina pero con el apoyo de su familia decidieron abrir su casa para que todos, ahora podamos disfrutar, de la alta cocina que ya cuenta con dos estrellas michelín, después de la gala de ayer. Una alta cocina que cuenta con unos ingredientes especiales basados en la honestidad, que hacen que ir a este restaurante signifique sentirse siempre como en casa.
"Para nosotros, Daroca y La Rioja es parte de nuestro ADN y lo que somos porque estamos donde estamos. Siempre tenemos un ojo puesto en nuestro origen, en las raíces, en nuestra familia, en la sencillez y en la naturalidad de una gente de campo,que fueron nuestros padres y que nos han ayudado, y nos han apoyado en todo. La humildad y la honestidad nunca hay que perderla y siempre hay que llevarla por bandera".
Esfuerzo, trabajo y hospitalidad
Y todo ello no es fruto de la casualidad, sino de una gran trayectoria marcada por el esfuerzo y el trabajo. "Todo lo que nos ha ido pasando ha sido fruto del trabajo y de la constancia, del querer hacer las cosas bien. Y hoy en día nos encontramos con un restaurante que es referente y no sabemos qué deparará el futuro pero estamos súper felices porque aquello que comenzó de una manera tímida, hoy se consolida y es la leche".
Así han conseguido una segunda estrella para una casa con identidad propia en la que una de las grandes claves es la hospitalidad. "Puedes comer mejor o peor pero hay una cosa que es intangible que es el trato y la cercanía y en eso tanto mi hermano Carlos como la gente de sala lo bordan y lo hacen de maravilla. Y eso es por lo que la gente vuelve a tu casa".
Afirma que la segunda estrella lo único que va a cambiar son las expectativas con las que llegan los clientes, porque lo demás todo seguirá con la base de mantener las raíces, respetar el entorno e impulsar todo lo que les rodea. "Que se frene la despoblación, que se genere riqueza en los pueblos, que haya vida. En definitiva, que se siga hablando de esa España tan rica que es la España rural".