La hija del hostelero asesinado en Cuzcurrita: "Estoy con dolor de alma y mi duelo aún no ha empezado"

Cuzcurrita de Río Tirón

Cuzcurrita de Río Tirón ha visto alterada esta mañana la tranquilidad del municipio, otra vez, con motivo de la reconstrucción del asesinato que acabó con la vida del hostelero Guillermo Castillo. Un decisión adoptada por la autoridad judicial con el objetivo de averiguar qué es lo que hicieron con exactitud, paso a paso, los dos detenidos por este caso.

La Guardia Civil ha colaborado en estos trabajos. Su portavoz, Miguel Ángel Sáez, ha explicado que "los dos detenidos por el crimen han sido trasladados desde la prisión hasta Cuzcurrita y aquí con la comitiva judicial y sus abogados se ha llevado a cabo la reconstrucción del crimen. Ha durado unas dos horas y una vez que ha terminado han sido devueltos a prisión".

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Un crimen ocurrido en mayo del año pasado en la propia casa de Guillermo Castillo, muy cerca de su restaurante Bodega Guillermo, que acabó con la vida de este hombre de 78 años, con una "brutal" violencia, además del robo de 600 euros.

Su hija, Yolanda, ha dejado claro su deseo de que esto "acabe cuanto antes" para "poder enterrar a su padre con tranquilidad". "Pienso que el de hoy ha sido un paso. Un paso doloroso, pero muy importante para mí. El día que entierre a mi padre será otro pasito para empezar con mi propio duelo, que todavía no ha empezado. Estoy con dolor de alma. No encuentro la palabra nueve meses después", ha señalado con enorme sentimiento.

Detenidos

Los dos detenidos, de 38 y 53 años, vivían en Logroño y Laserna, en Álava, y ambos cuentan con una historial delictivo. El día de los hechos, uno disfrutaba de permiso carcelario y el otro portaba una pulsera para controlar su reinserción social.

El abogado de la familia, Marcos García Montes, que ejerce la acusación particular, ha llamado la atención sobre un cabo suelto todavía: el que el vecino del hostelero asegurara en su día que no había oído los gritos del hombre.

"Si Yolanda, su hija, deja a su padre, que en paz descanse, a las 22:30 horas y ellos llegan a las 23 horas, alguien ha dado la información y es aquí donde quiero llegar. Hay un vecino que no sabe nada, que no escuchó nada, cuando se ha dicho que el perro ladraba de arriba abajo. Eso no tiene ningún sentido".

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En este caso, la hija ha dicho que "no sabe nada", ya que en los últimos meses ha intentando "aislarse" para "poder curarme". "Sólo estoy en contacto con mis abogados y con las personas con las que me siento en paz, pero con ese vecino no tengo relación porque, en realidad, no la tengo con casi nadie, solo he querido estar tranquila" tras estos nueve meses de intenso dolor.

Para García Montes, la reconstrucción de los hechos no tiene mucha validez, dado que "cada uno de los dos detenidos mantiene su versión y ni tan siquiera coinciden en el lugar dónde dejaron el coche". "Los dos han mentido como bellacos, han contado mentira tras mentira", aunque hay pruebas que son objetivas, como la inspección ocular del lugar donde ocurrió el suceso y la autopsia.

Este abogado ha incidido en que cree que, además del móvil económico, hay algo más, ya que por "un móvil económico nadie mata a nadie y menos por supuestamente 100 euros. Eso es ridículo". "En todo caso, le das un golpe. Lo que no puede ser es esa agresión salvaje", según García Montes, quien, con tantos años de profesión, ha dicho que nunca había visto un cadáver así, "era horroroso ver esto".

Para él, "hay una venganza" y "el móvil no es solamente el robo, hay algo más detrás de esto, que es lo que yo quiero investigar y que espero que la juez y la fiscal también estén conmigo".

También se ha referido a que, durante la reconstrucción, uno de los acusados ha afirmado "hombre muerto no declara". No obstante, ambos han asegurado, en algunos momentos, que "no sabían que la víctima había fallecido" y, en otros, que "sí lo sabían".

Una investigación que avanza para esclarecer todos los detalles.