Cientos de personas han acudido este miércoles a la Concatedral de La Redonda en Logroño para arropar a la familia, amigos y compañeros de Eneko Lira y Juan Jesús López, agentes de la Guardia Civil, del Grupo de Acción Rápida (GAR), con sede en la capital riojana, que fallecieron cuando realizaban un control en la AP-4, en Los Palacios (Sevilla) al ser arrollados por un camión articulado, que mató a otras cuatro personas. El cabo primero Eneko Lira tenía 36 años -hoy cumplía 37- y era natural de Barakaldo (Bizkaia). Ingresó en la Guardia Civil en 2015 y pertenecía a la Unidad de Acción Rural desde el año pasado. Había estado destinado en Baleares y Gipuzkoa. Contaba con la Cruz con distintivo blanco de la Orden del Mérito de la Guardia Civil y la Medalla OTAN, entre otras condecoraciones. El guardia civil Juan Jesús López tenía 34 años y era natural de Almería. Ingresó en el Cuerpo en 2019 y pertenecía a la Unidad de Acción Rural desde el año pasado. Antes había ocupado destino en Menorca. La ciudadanía se ha comenzado a congregar en el exterior de la Concatedral, antes de las 19,00 horas, para trasladar su apoyo al entorno de los fallecidos. Han sido recibidos en posición de firmes de los agentes, entre los aplausos de los asistentes y mientras se entonaba el himno de España. A la entrada de los féretros, y a la salida, portados por agentes de la Guardia Civil, que se ha desarrollado por la capilla de Los Ángeles, los ciudadanos han aplaudido, entre gritos de «¡Viva España! y ¡Viva la Guardia Civil!». Han acudido al funeral, entre otras autoridades, el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez y el director general de la Guardia Civil, Leonardo Marcos, así como el presidente del Gobierno de La Rioja, Gonzalo Capellán, la presidenta del Parlamento riojano, Marta Fernández, la delegada del Gobierno en La Rioja, Beatriz Arraiz, o el alcalde de Logroño, Conrado Escobar. Ha oficiado la misa funeral el obispo de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Santos Montoya, que ha manifestado que «solo Dios sabe en estos momentos la profundidad y la naturaleza del grito que surge del interior de cada uno el enfado la duda el desconcierto, la confusión, la tristeza, cada cual sabrá». «Desde lo hondo a ti grito, Señor. Es la invitación que se nos hace hoy a todos los que asistimos a esta celebración, para acompañar de corazón a estas familias que se duelen por sus seres queridos. Desde este altar, Cristo nos habla del valor de la vida entregada por los demás», ha expresado el obispo. Antes del funeral, una vez llegado los féretros, en comitiva, desde el aeropuerto de Logroño-Agoncillo, se ha instalado la capilla ardiente, en el polideportivo de la Unidad de Acción Rural (UAR), en el acuartelamiento de la Guardia Civil, situado en la calle Duques de Nájera, donde tiene la sede también está Unidad. Posteriormente, el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, acompañado por el director general de la Guardia Civil, Leonardo Marcos, han presidido el acto homenaje a los dos guardias civiles. Los agentes fallecidos han sido condecorados con las Cruces al Mérito de la Guardia Civil con distintivo rojo, recogidas por los familiares.