"En Cáritas La Rioja se atiende a los hijos de las familias que venían en años anteriores"
El coordinador de la organización incide en la "cronificación" de la pobreza y su transmisión intergeneracional
La pobreza se cronifica y se transmite de familias a hijos, según Cáritas (30/05/2024)
Logroño
España ha establecido un nuevo récord de la pobreza infantil. Carencias que se aprecian en la falta de alimentos o las dificultades para pagar la factura de la luz, tal y como ha constatado la Plataforma de Infancia a partir de los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida 2024.
Una realidad que se extiende por todas las regiones, donde se ha incrementado la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social infantil. En el caso de La Rioja, este indicador ha crecido en 3,4 puntos entre 2022 y 2023 al pasar de 20,7% al 21,4%.
Además, La Rioja encabeza la clasificación autonómica en cuanto al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible vinculados a la infancia. En este caso, la diferencia de la comunidad riojana se cifra en 1,8 puntos sobre los ODS establecidos por la ONU, según se recoge en este análisis a cargo de la Plataforma de Infancia. La Rioja se sitúa por delante de Castilla La Mancha, País Vasco y Castilla y León.
Carencias de todo tipo
A la falta de productos básicos, como son los alimentos diarios necesarios, se una una carencia evidente: la vivienda. "De las 523 familias atendidas en 2023 que vivían en habitaciones, 145 tenían hijos. Una pobreza que afecta no sólo a lo físico sino también está mermando las posibilidades relacionadas con la educación, la sanidad y la salud mental de la que tanto se habla en estos momentos", asegura el coordinador general de Cáritas La Rioja, Juan Antonio Meléndez.
La entidad atendió a 3.716 personas en 2023 en La Rioja, una cifra que supone un incremento entre el 4% y el 7% con respecto a 2022, de acuerdo a los datos aportados por el director de la entidad. "La pobreza y la exclusión social no retroceden sino que se han enquistado en la sociedad", apostilla José Andrés Pérez.
Avanza la cronificación de la pobreza y también lo hace la transmisión intergeneracional. "Seguimos atendiendo un año tras otro a los hijos de aquella familia que venía en años anteriores", sostiene Meléndez. Su diagnóstico sobre esta realidad es desalentador: "el ascensor social no funciona".
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