La intensidad lumínica y su impacto en los cultivos
El concepto 'constante térmica' será imprescindible para que el sector se adapte a las nuevas realidades climáticas

La Rioja
Nuevo episodio de 'A pie de campo' centrado en el cambio climático, y es que está afectando cada vez más a la agricultura en La Rioja, y la variabilidad en las temperaturas es uno de los mayores retos que enfrentan los agricultores. Allende Martínez, ingeniera técnico agrícola y responsable del espacio 'A pie de campo', advierte sobre las fluctuaciones de temperatura que están volviendo "un poco loco" al tiempo. "Este año hemos comenzado a sufrir variaciones más grandes de temperatura y la irradiación solar está siendo cada vez más fuerte", señala Martínez. Según ella, la tendencia es clara y ascendente, lo que obliga a los agricultores a adaptarse rápidamente a estas nuevas condiciones.
Pros y contras
La intensidad lumínica, que está en aumento, tiene un impacto directo en los cultivos. Martínez explica que "una mayor luz solar favorece el ahijamiento, la floración, la fructificación y la actividad fotosintética, además de mejorar la resistencia de las plantas a insectos y hongos". Sin embargo, advierte que también "aumenta el consumo de agua y nutrientes de las plantas y disminuye su crecimiento en altura".
Por otro lado, la experta menciona que una menor intensidad lumínica promueve "el crecimiento en altura, la formación de raíces y tubérculos, y afecta la sensibilidad de las plantas a plagas y enfermedades". Por ello, considera fundamental que los agricultores conozcan las herramientas disponibles para manipular la radiación solar según el tipo de cultivo, como "elegir sitios de plantación adecuados, modificar la densidad de siembras o instalar mallas de sombreo".
Cómo adaptarse
En cuanto a la temperatura, Martínez subraya que "cada planta tiene un cero de vegetación, una temperatura por debajo de la cual no crece, así como un umbral óptimo que asegura su máximo crecimiento, generalmente entre los 25 y 28 grados". Además, introduce el concepto de "constante térmica", que es fundamental para predecir la plantación y recolección, evaluar riesgos de heladas, y prever plagas y enfermedades. "Es vital que los agricultores comprendan y utilicen esta información para adaptarse a las nuevas realidades climáticas", concluye Martínez.




