Salud remite a las residencias de mayores riojanas un protocolo para abordar un brote de sarna
Los casos de sarna en La Rioja se han multiplicado por seis en los últimos 4 años
Salud remite a las residencias de mayores riojanas un protocolo para abordar un brote de sarna
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Logroño
No es alarmante, porque hay 10 personas con esta infestación en este momento en diferentes centros de La Rioja, pero Salud Pública ha enviado ya un protocolo de actuación para evitar los contagios.
La sarna no supone un riesgo grave para la salud de los afectados, pero se contagia por contacto y requiere un tratamiento específico que es lago y que ya se está aplicando. Desde Salud aseguran que el brote está controlado.
Hoy nos hemos preocupado por una afección que se ha multiplicado por 6 desde 2019. Y es que en aquel año hubo 194 casos en La Rioja y en 2023, tras la pandemia, se han disparado a 1.178.
Santiago Aparicio, dermatólogo riojano, explica que la sarna ha estado entre nosotros desde el principio de los tiempos, “yo a mis pacientes les digo que el Santo Job no tenía paciencia por resistir al dolor, sino por resistir al picor, porque tenía sarna. Ahora es cierto que a raíz de la pandemia y del confinamiento al que obligó el Covid, los casos se han multiplicado”.
El repunte puede tener que ver también, según este experto, por el fortalecimiento de este parásito, “es muy posible que haya creado algunas resistencias. Cuando hay mayor número de casos y ponemos más tratamientos, los ácaros, que son listos y aprenden, crean resistencias a los tratamientos habituales, algo que hace más complicado su abordaje”.
Largo periodo de incubación
Santiago Aparicio explica que “la sarna es un artrópodo que a simple vista no es visible, aunque sí se detecta con un microscopio óptico normal. En principio, es un ácaro que nos parasita la piel por contacto directo, de piel con piel, y afecta a cualquier condición, género... no hay distinción, por eso estamos todos expuestos”.
El principal problema para atajar la sarna, y es a lo que se están enfrentando ahora las residencias de mayores afectadas, es que tiene un periodo de incubación muy largo, de seis semanas, y durante todo ese periodo, en el que apenas hay síntomas, la enfermedad es transmisible. No somos conscientes de que estamos parasitados, pero ya estamos contagiando”.