Dos riojanos completan el Chatarras Raid a lomos de un Citroën 2 CV
Emilio y Pablo Casas han recorrido los 3.000 km por tierras de Marruecos con este clásico en la nueva edición de esta singular prueba
Dos riojanos han completado un rally de 3.000 km en Marruecos con un Citroën 2 CV
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Logroño
Emilio y Pablo Casas no se lo pensaron dos veces y se embarcaron en el Chatarras Raid para disfrutar de toda una aventura: completar 3.000 km con un Citroën Dyane 6 adquirido para la ocasión. Ambos, padre e hijo, ya están de vuelta en La Rioja tras esta experiencia que tardarán en olvidar y en la que han estado acompañados por otros riojanos. En total, siete vehículos con procedencia de la comunidad.
La nueva edición de esta disparatada y solidaria prueba -los equipos han entregado productos de primera necesidad al Banco de Alimentos y la organización colaboran con diferentes entidades en Marruecos dedicadas a mejorar la escolarización de menores- deja grandes momentos para el recuerdo entre los participantes: 240 vehículos con más de 15 de antigüedad (20 años en el caso de los todoterreno) para superar un recorrido complejo, más aún si se tiene que conducir un Seat Panda, un Renault 4, Seat 124...
El 2 de noviembre tomaron la salida en Castellar de la Frontera (Cádiz) para completar seis etapas por Marruecos entre Tánger y Marrakech. Los participantes han tenido la oportunidad del paisaje y enclaves como el valle del Draa, la zona de Ifrane, El Hayeb, el mar de dunas de Erg Chebbi, el desierto de Merzouga, la Ciudad del Orión o la Escalera Celeste…
Tándem al volante
"La experiencia ha sido inolvidable", reconoce Emilio, que ha conducido entre ocho y diez horas en cada una de las etapas. Pablo se ha encargado de la navegación, tarea en la que ha demostrado su destreza.
Una prueba sin competición con el único propósito de llegar a la meta. "Hemos empleado dos días en volver a casa porque el coche andaba ya renqueante, pero estamos bien", reconoce Emilio. "Es una prueba de aventura en la que vas a disfrutar de la experiencia en territorio africano, que siempre gusta a los aficionados, como nosotros, a este tipo de pruebas", apunta Pablo.
"La elección del coche era una apuesta fuerte", reconoce Pablo en una prueba en la que la mayoría de los participantes ha acudido con vehículos de los años 80 y 90. De hecho, su Citroën 2 CV ha sido el coche con menor potencia, lo que se ha traducido en un premio. Otro reconocimiento que han conseguido ha sido por su buen hacer en la orientación en el desierto al quedar entre los 20 primeros clasificados en este apartado.
"El coche se ha comportado bien, pero, en muchas ocasiones, la falta de potencia ha hecho que nos hayamos quedado tirados y hundidos en la arena", sostiene Emilio, que reconoce que ha recibido la ayuda de muchos participantes para seguir adelante.
Ambos manifiestan una pasión por los coches y no descartan seguir participando en pruebas similares.
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