"En qué hora me junté con este tipo": la reconstrucción del crimen de Cuzcurrita lleva a los acusados a recriminarse entre ellos
Mantienen versiones completamente opuestas; Uno asegura que se quedó en el coche "todo el rato" y el otro que no golpeó a la víctima
Séptima sesión del juicio por el crimen de Cuzcurrita (14/11/2024)
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Logroño
El juicio por el crimen del bodeguero de Cuzcurrita, hallado muerto en su domicilio el 2 de mayo de 2023, llega a sus días finales y en la sesión de hoy se ha visto la reconstrucción de los hechos, ordenada por la Jueza de Instrucción, por parte de los dos acusados. Una reconstrucción en la que se ven momentos de tensión entre ambos, inculpándose entre ellos, recriminándose actitudes y desmintiendo continuamente las versiones.
En concreto, y tras oír la versión del acusado que conocía a la víctima y quien asegura que fue el otro inculpado, A.D.G., quien se abalanzó contra Guillermo, éste último aseguró que todo son "fantasías en su cabeza". "Yo no maté a nadie a puñaladas, ni he estado en esta casa. No vine con este tiparraco, yo he robado bancos pero nunca he matado a nadie y menos a alguien que podría ser mi padre. En qué hora me junté con este tipo".
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Este jueves continúa el juicio por los dos acusados, A.D.G. y C.S.R., por, presuntamente, matar y robar al bodeguero Guillermo Castillo en su domicilio donde esperaban encontrar alrededor de 50.000 o 60.000 euros aunque, finalmente, solo obtuvieron 500.
En la sesión de hoy, se ha reproducido íntegramente el vídeo realizado el pasado 26 de enero de 2024 y que ha durado alrededor de dos horas y media. Ambos imputados mantienen sus versiones, sostenidas intactas en todo momento; Se declaran inocentes y se inculpan entre sí de dar muerte al bodeguero.
"No bajé del coche en ningún momento"
El vídeo, que ha podido ver el jurado popular, ha comenzado con la versión y declaración de A.D.G., de 53 años en el momento de los hechos, quien mantiene que él se quedó en el coche y no bajó del vehículo "en ningún momento".
Indica que permaneció alrededor de 45 minutos dentro del vehículo. Además y ante la tardanza del otro acusado -según siempre su versión- asegura que "ya me estaba enfadando porque tardaba mucho". Tal y como explicó en su declaración posterior ante el Juez, el acusado explica que "vinimos a Cuzcurrita porque (el otro acusado) me dijo que alguien le debía dinero" que podrían utilizarlo para consumir.
Una vez volvió del domicilio de Guillermo, explica que el otro acusado "no llegó nervioso ni nada. Se metió en el coche me dijo que habían estado hablando y que no le había pagado". Arrancó el coche y nos fuimos dirección Logroño. "No le vi sangre ni en las manos ni en ningún lado. Como se fue, llegó".
A la mañana siguiente, "cuando me enteré del asesinato de Guillermo me quedé flipando, le llamé (al otro procesado) y me dijo que sería otro hombre". Ante ello "le dije que me dejara en paz porque me podía arruinar la vida. Le dije que no volviera a mi casa y que no quería saber nada de él". Ambos acusados se encontraban de permiso penitenciario la noche de los hechos.
"Yo intenté separarles"
Versión completamente diferente la emitida por el otro acusado, C.S.R., de 38 años en el momento de los hechos y quien precisamente conocía a la víctima. Él asegura que "fue el otro (A.D.G.) quien se abalanzó contra Guillermo".
Sí que coinciden ambos acusados en decir que acudieron a Cuzcurrita "porque no teníamos más dinero para consumir".
Sobre la noche de los hechos, este procesado explica que "A.D.G. me dijo que podríamos atracar un supermercado pero yo le dije que tenía un amigo en Cuzcurrita que me podía dejar algo de dinero" y "vinimos hasta aquí".
Una vez en Cuzcurrita: "Le dije que me esperara aquí, en el vehículo. Pero no me hizo caso. Me siguió y vino conmigo. A pesar de decirle varias veces que no me acompañara, no me hizo caso".
"Llegamos al portal, llamé al timbre" y, como mantiene C.S.R., el otro acusado "estaba detrás" mientras Guillermo abrió la puerta. "Le dije que me hacía falta dinero, me hizo muchas preguntas y en un momento dado el otro acusado se echó hacía Guillermo, se abalanzó dándole golpes y cayó contra los jarrones y él siguió dándole porrazos".
En ese momento, indica, "yo le tiré hacia atrás para que dejara de pegar a Guillermo pero siguió haciéndolo. Los dejé ahí, enzarzados, y me fui a registrar la casa".
Sobre el otro acusado, dice, "nunca le había visto con esa cara, desbocado, con cara de loco. Les dejé ahí y me fui para adentro del domicilio".
Al volver "vi mucha sangre arrastrada. Fui al baño -lugar donde finalmente apareció el cuerpo de Guillermo al día siguiente-" pero reconoce que "había mucha sangre y no entré. Yo no vi nada".
"Estaba asustado"
Ante ello y a pesar de la relación tan cercana que tenía con la víctima, asegura, que no reaccionó porque "no me dio tiempo de pensar. Estaba asustado. Estaba más centrado en buscar algún botín dentro de la casa".
Ante las preguntas, explica, "la verdad es que en un principio "les intenté separar, pero al ver la cara de loco de una persona ida, no pensé nada más".
"Yo estaba concentrado en robar y me fui por todas las habitaciones. Después cuando terminé de rebuscar, me llevé unas cadenas y unos pendientes de perlas, bajé y le pregunté qué había pasado." a lo que le contestó: "Hombre muerto no declara. Yo nunca pensé que lo había matado".
Después "salí dirección al coche. Él (A.D.G.) vino detrás. Yo lo que quería era salir de aquí cuanto antes porque había mucha sangre y no quise preguntar nada más. Sí que ya en el coche me dio 150 euros, después hicimos una parada para 'fumar', nos peleamos, y seguimos el camino hasta llegar a Lardero, allá (el otro acusado) subió a una casa -de un vendedor de droga- y apareció con otra ropa y con una bolsa donde guardó la ropa manchada de sangre".
"Yo me quedé comprando droga con el dinero que me había dado y finalmente le dejé en su casa".
"Me enteré de la muerte de Guillermo al día siguiente, en el trabajo, porque me llamó mi mujer y me lo contó. Después de eso yo le conté a un compañero de trabajo lo que había pasado porque necesitaba desahogarme. Sé que tuve parte de culpa en ello pero no me acuerdo bien. Le dije que íbamos drogados, que veníamos a pedirle dinero y que terminó el hombre muerto".
La sesión de hoy ha contado también con el visionado de la reconstrucción realizada por Guardia Civil tras la declaración de C.S.R., que ya ha podido ser vista en varias ocasiones por parte del jurado popular.
Las penas
En el caso de ser declarados culpables, la Fiscalía solicita una pena de 27 años de cárcel para cada uno de los acusados. En concreto solicita 23 años para cada uno de ellos por el delito de asesinato con alevosía.
Por el de robo en casa habitada pide para C.S.R. 4 años de cárcel y para A.D.G. 4 años y nueve meses, por la reincidencia. Por su parte, la familia de Guillermo Castillo solicita la prisión permanente revisable.
Además, la Fiscal también reclama una pena de libertad vigilada durante diez años para ambos y que indemnicen con 300.000 euros a los dos hijos de la víctima.
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