El repilo: cómo combatir la enfermedad que amenaza los olivares
Allende Martínez destaca la importancia de los tratamientos cúpricos y el manejo adecuado para proteger los cultivos de este hongo
A pie de Campo (25/11/2024)
La Rioja
El repilo, una de las enfermedades más comunes del olivar, sigue siendo un desafío para los agricultores. Causado por un hongo, este patógeno se manifiesta con manchas oscuras en las hojas, que terminan cayendo, debilitando al árbol y reduciendo su productividad.
"Las manchas del repilo pueden variar: desde círculos marrones con halo amarillo hasta pequeñas marcas negras menos definidas, pero igual de dañinas", explica Allende Martínez, ingeniera técnico agrícola y responsable del espacio semanal A pie de campo. Las condiciones que favorecen el desarrollo del repilo —alta humedad y temperaturas suaves— son especialmente frecuentes tras la cosecha, cuando las hojas permanecen mojadas durante largos periodos.
Tratamientos
Para combatir esta enfermedad, Martínez subraya la importancia de aplicar tratamientos cuprícos como oxicloruro de cobre, caldo bordelés o hidróxido de cobre. "El cobre es fundamental porque actúa como fungicida preventivo, inhibiendo la germinación de las esporas del hongo. Es crucial aplicarlo tras la cosecha, antes de las lluvias, asegurándonos de mojar bien toda la planta, especialmente la parte media y las faldas", detalla.
Otro aspecto importante tras la recolección son las heridas que sufre el árbol, las cuales se convierten en puerta de entrada para patógenos. "Con un buen tratamiento, protegemos el olivo durante el invierno, especialmente en áreas con alta humedad, frenando así la infección de hojas nuevas y la diseminación del hongo", añade. Martínez recuerda que, en estos tratamientos, no se debe superar el límite de 4 kilos de cobre metálico al año y es importante evitar el uso de gotas finas.
Prays y mosca del olivo
Pero el repilo no es la única preocupación de los agricultores. Este año, Martínez alerta sobre la presión de plagas como el prays y la mosca del olivo. "La mosca del olivo y el prays han sido un problema recurrente. Es imprescindible controlar las curvas de vuelo de ambas plagas para programar los tratamientos de manera eficaz", asegura.
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