Mujeres, inmigrantes y comunidad LGTBI+: los principales objetivos del odio en redes sociales y medios digitales
El proyecto 'Hate Media' de UNIR desvela cómo los mensajes de odio afectan a colectivos vulnerables y propone herramientas para frenar su impacto en la opinión pública
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Logroño
Mujeres, inmigrantes y la comunidad LGTBI+ son algunos de los colectivos más atacados en redes sociales y comentarios de medios digitales en España. Así lo señala el proyecto Hate Media, desarrollado por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), que ha analizado cerca de 10 millones de mensajes y ha detectado que el 70% contiene algún grado de odio, fomentando hostilidad y violencia mediática.
"El 63% de los mensajes generan un clima de hostilidad contra estos colectivos, mientras que el 37% alcanza niveles de violencia explícita”, detalla Elías Said, investigador principal del proyecto en una entrevista en la Cadena SER de La Rioja. Además, explica que los mensajes suelen estar organizados estratégicamente para posicionar narrativas en la opinión pública.
Odio dirigido y coordinado
Los políticos, periodistas y los propios medios de comunicación también figuran entre los principales objetivos. Según Said, estas campañas de odio buscan "deslegitimar instituciones y redirigir el rechazo hacia colectivos vulnerables".
El estudio también revela un nivel preocupante de coordinación entre los autores de estos mensajes. "Patrones en horarios de publicación, estilos de escritura y mención a influencers sugieren una organización deliberada para maximizar el alcance de estas narrativas hostiles", añade Said.
El impacto en la convivencia democrática
El informe subraya que el odio no solo afecta a quienes lo reciben directamente, sino que distorsiona el debate democrático. "Cuando más de la mitad de los mensajes son hostiles, los valores democráticos se ven amenazados. El odio redefine los términos del debate y condiciona la opinión pública", advierte.
Soluciones para frenar el odio
Para combatir esta problemática, Hate Media ha desarrollado el ‘Monitor de Odio’, una herramienta pionera que permite identificar, clasificar y medir la intensidad de los mensajes. Este recurso busca ayudar a los medios y a otros actores sociales a prevenir la viralización de expresiones de odio.
Además, el equipo investigador insiste en la necesidad de promover competencias digitales críticas entre los usuarios y en que los medios asuman un papel activo en la moderación de sus plataformas. “El odio es un fenómeno poliédrico que requiere soluciones integrales. Es responsabilidad de todos proteger los valores democráticos y la convivencia”, concluye Said.
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