Los almendros empiezan a florecer
Allende Martínez recomienda estrategias para proteger la producción frente a las bajas temperaturas

Los almendros empiezan a florecer
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
La Rioja
Los primeros almendros han comenzado a florecer a finales de la semana pasada, marcando el inicio de una etapa importante para la producción de este cultivo. Sin embargo, la posibilidad de heladas supone una amenaza para la cosecha, ya que las bajas temperaturas pueden dañar las flores y reducir considerablemente el rendimiento de los frutales.
Allende Martínez, ingeniera técnico agrícola y responsable del espacio 'A pie de campo', explica los riesgos que enfrentan los agricultores en esta época del año: "El almendro inicia su floración en un momento en el que las heladas pueden causar graves daños. Estas pueden afectar de manera directa, congelando las flores y los frutos hasta provocar su muerte, o de manera indirecta, provocando la caída de hojas y reduciendo la capacidad de fotosíntesis del árbol, lo que impacta en su producción".
Las heladas se producen cuando la temperatura del aire desciende por debajo de los 0 grados centígrados, un fenómeno que puede generar pérdidas importantes en las cosechas si no se toman medidas adecuadas. En este sentido, Martínez subraya la importancia de la anticipación: "La mejor estrategia es la prevención. Consultar los pronósticos meteorológicos y tomar medidas antes de que las temperaturas caigan a niveles críticos puede marcar la diferencia".
Proteger los cultivos
Entre las opciones disponibles para proteger los cultivos, destaca la elección de variedades de almendro más resistentes, especialmente en zonas propensas a heladas. Además, existen prácticas culturales que pueden fortalecer los árboles, como la aplicación de productos que minimizan el estrés por frío y una poda adecuada que ayude a mejorar su resistencia.
"Podemos recurrir a sistemas de aspersión, que consisten en rociar agua sobre los cultivos antes de que se alcancen temperaturas críticas. Al formarse una capa de hielo, esta actúa como un escudo protector", explica Martínez. Otro método es el uso de sistemas de ventilación, que ayudan a mover el aire y evitar la acumulación de frío en el entorno de los árboles.
En definitiva, para garantizar la protección de los almendros frente a las heladas, es fundamental considerar la ubicación del cultivo y la intensidad de los fenómenos meteorológicos. "Las zonas con mayor riesgo de heladas requieren sistemas de protección más eficaces, y si estas son recurrentes, es necesario invertir en medidas más potentes para minimizar los daños", concluye Martínez.
Recibe toda la información de Radio Rioja en nuestro canal de WhatsApp.




