Prevención contra el moteado: claves para proteger manzanos y perales

La Rioja

Tras varias semanas marcadas por cielos cubiertos, el sol vuelve a La Rioja acompañado de un aumento de las temperaturas. Sin embargo, este cambio meteorológico trae consigo también un incremento del riesgo de enfermedades en los frutales de pepita. Ya ha comenzado el envío de alertas para enfermedades de moteado en manzana y mancha negra en Peral del servicio del Gobierno de la Rioja.

“El moteado es una enfermedad que no podemos perder de vista en nuestros frutales de pepita, sobre todo en la manzana, ya que el manzano es especialmente sensible”, advierte Allende Martínez, ingeniera técnico agrícola y responsable del espacio ‘A pie de campo’. Este hongo, que afecta tanto a perales como a manzanos, se desarrolla en condiciones de humedad y temperaturas moderadas, especialmente entre los 17 y 23 grados. “Las primeras contaminaciones suelen producirse en estado C3, cuando aparecen las primeras hojas, y si además se dan lluvias, el riesgo se dispara”, explica Martínez.

Tratamientos preventivos y curativos

Ante esta situación, Martínez recomiendan realizar tratamientos periódicos que pueden clasificarse en preventivos y curativos. “Los productos preventivos deben aplicarse antes de las lluvias para evitar la propagación del hongo, mientras que los curativos actúan frenando su avance en las 32 o 72 horas posteriores al inicio de las precipitaciones”, detalla la ingeniera agrónoma.

Además, Martínez subraya la importancia de diversificar los productos utilizados en cada tratamiento para evitar la generación de resistencias. “Hay que alternar materias activas y no abusar de los productos curativos. Contamos con opciones como fosfonatos potásicos, hidrogenocarbonatos y productos biológicos a base de Bacillus subtilis, además de estimulantes naturales como el laminarin, un alga que refuerza las defensas de los cultivos”, señala.

Más allá del moteado, la subida de temperaturas también traerá consigo un crecimiento más rápido de las floraciones, un aspecto que los agricultores deberán vigilar. “Este calor va a acelerar las floraciones, por lo que es clave ayudar a los cultivos con micronutrientes y algas para asegurar un buen cuajado de las flores”, concluye Martínez.

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