Fuego bacteriano, repilo y glifodes: los enemigos del campo en primavera
Los agricultores intensifican los tratamientos fitosanitarios tras las lluvias para asegurar el cuajado del fruto y frenar el avance de plagas y enfermedades
Fuego bacteriano, repilo y glifodes: los enemigos silenciosos del campo en primavera
La Rioja
El buen tiempo del fin de semana ha permitido a muchos agricultores retomar labores en sus fincas después de las lluvias del jueves pasado. Los tratamientos fitosanitarios han sido los grandes protagonistas, especialmente en cultivos de frutales de pepita y olivar. “Son muchos los agricultores que han aprovechado el fin de semana para realizar tratamientos para enfermedades como moteado, para la manzana, la mancha negra para el peral, así como tratamientos para ayudar en el cuajado y para la prevención del fuego bacteriano en los perales”, explica Allende Martínez, ingeniera técnico agrícola y responsable del espacio semanal ‘A pie de campo’.
El peral
La floración de los perales está en un momento clave. Dependiendo de la variedad y la localización, se pueden encontrar árboles en distintos grados de floración, desde el inicio hasta el 100%, lo que hace fundamental actuar a tiempo para asegurar el cuajado del fruto y evitar complicaciones sanitarias. Martínez recomienda realizar tratamientos con aminoácidos y extractos de algas para favorecer el cuajado. “No perdemos de vista, después de la gran incidencia del año pasado, el temido fuego bacteriano”, alerta. Se trata de una enfermedad provocada por una bacteria altamente contagiosa que afecta a frutales de pepita y puede acabar con los árboles una vez introducida en la planta.
“Generalmente, las fases más receptivas a esta enfermedad son la floración y el crecimiento vegetativo intenso. Los tratamientos fitosanitarios que tenemos actualmente para tratar esta enfermedad son preventivos, y este momento es idóneo para hacerlos”, señala la responsable de 'A pie de campo'. Entre los productos disponibles, menciona el bacillus subtilis y extractos de algas como el laminarín.
Olivar; repilo y polilla del jazmín
En el olivar, la situación también preocupa. Varias fincas han mostrado ya síntomas de repilo, una enfermedad que se ha visto favorecida por las lluvias intensas de las últimas semanas. A ello se suma la previsión de un incremento de la plaga de la polilla del jazmín, que afecta principalmente a olivos jóvenes y cuya actividad se acelera con la subida de temperaturas. “El incremento de las temperaturas hace que las larvas salgan de la hibernación, y es durante la primavera e inicio del verano cuando acelera su actividad”, advierte Martínez.
En caso de detectar daños en olivos jóvenes o afecciones graves en plantaciones adultas, recomienda aplicar tratamientos cuando las larvas aún son jóvenes, ya que son más vulnerables en ese estadio.
Recibe toda la información de Radio Rioja en nuestro canal de WhatsApp.