Raúl Riaño: "No lo elegimos, pero los que vivimos en Santo Domingo de la Calzada tenemos una suerte loca"
El alcalde calceatense nos acompaña en un recorrido por el presente y los retos de futuro de la ciudad
Raúl Riaño: "No lo elegimos, pero los que vivimos en Santo Domingo de la Calzada tenemos una suerte loca"
Logroño
La ciudad es una joya del Camino de Santiago. Vinculada al Santo Domingo y a sus obras de construcción sobre la calzada romana, la ciudad nació y creció a partir del Hospital de Peregrinos que fundó el Santo alrededor de la segunda mitad del siglo XII, y de la construcción de un puente sobre el río Oja para facilitar el paso de los peregrinos. Esta hospedería propició su crecimiento y convirtió a la ciudad en un núcleo artístico, religioso y económico importante con una gran pujanza en la Baja Edad Media.
A día de hoy Santo Domingo de la Calzada es un importante foco turístico de la región, y según su alcalde, Raúl Riaño, atraviesa un gran momento, “la ciudad está viviendo uno de sus mejores años. Si hablamos en cuanto a nivel de inversiones, hay que destacar el compromiso del gobierno de La Rioja con Santo Domingo y el impulso que desde el ayuntamiento le estamos dando a la ciudad. Vamos a duplicar las plazas de guardería, queremos y tenemos que arreglar el Torreón número 12 de las murallas de Avenida de Burgos, y, como no, tenemos el proyecto estrella, que es la ciudad deportiva que Santo Domingo y su comarca se merecen”.
La urgente rehabilitación del casco histórico
En Santo Domingo de la Calzada también hay asignaturas pendientes, como reconoce el propio alcalde. Y es que a pesar de contar con un casco histórico que nos sumerge directamente en la época medieval, las edificaciones están muy deterioradas, “hay que reconocer y hay que recordar que los edificios en ruinas son de particulares y son ellos quienes tienen que comprometerse a arreglarlos, a restaurarlos, a no dejárselos caer. Para ello hay ayudas, tienen beneficios fiscales en cuanto a IBI, en cuanto a impuestos de construcciones... tenemos que darle más visibilidad y más importancia al casco histórico de la que le damos porque, al final, nuestra ciudad no puede estar con un casco histórico un tanto ruinoso”.
A pesar de esos retos que la ciudad debe acometer. Raúl Riaño destaca la calidad de vida que ofrece el municipio y la riqueza natural y paisajística que lo rodea, “vivir en Santo Domingo es una suerte. No lo elegimos, pero tenemos una suerte loca. Es vivir con gente amable, con gente trabajadora, con gente comprometida. Y esto en un entorno incomparable, con el casco antiguo, la catedral, la torre, o la Sierra de la Demanda, que nos da un valor añadido que no tienen otras zonas de La Rioja, aunque siguen siendo todas ciudades extraordinarias, sin ninguna duda”.