Cáritas Arnedo pone en marcha un nuevo proyecto de economía circular mediante el cultivo de plantas medicinales
Salvia, lavanda, caléndula y aloe vera, son algunas de las plantas cultivadas para que las Hermanas de Vico elaboren productos medicinales y cosméticos

Cáritas Arnedo pone en marcha un nuevo proyecto de economía circular mediante el cultivo de plantas medicinales
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El proyecto de huertos sociales impulsado por Cáritas en Arnedo da un paso más hacia la economía circular con una nueva línea de trabajo centrada en el cultivo de plantas medicinales. Esta iniciativa se desarrolla en el huerto cedido por la familia Sopranis Beneyto desde el año 2017. "Comenzamos con el proyecto de los huertos sociales, que pretendían ofrecer a familias, principalmente inmigrantes, una pequeña huerta. Allí pueden socializar y sentirse útiles", señala Javier Martín, párroco en Arnedo. Una experiencia interesante de "crear convivencia".
A raíz de estos huertos sociales y en colaboración con el Monasterio de Vico se decidió dar una vuelta al proyecto y se ha planteado este programa novedoso centrado en el cultivo de este tipo de plantas. "La idea es no tener que comprar estas plantas que utilizan las Hermanas de Vico y poder cultivarlas en estos espacios de huertos sociales", explica.
Plantas que se cultivan
Entre las plantas cultivadas se encuentran salvia, lavanda, hipérico, caléndula, romero, tomillo, violetas, aloe vera, canela, clavo, jengibre, nuez moscada o cayena, todas ellas utilizadas en la elaboración de ungüentos, cremas y remedios naturales.
Implicar a los más pequeños
Estas parcelas están gestionas por voluntarios de Cáritas, y cuenta con la participación de varios colectivos sociales como la Fundación Francisca Bretón. Un proyecto que busca implicar a más protagonistas. "Queremos incorporar a los niños de catequesis de primera comunión, quienes se encargarán de parte de la recolección". Esta labor les permitirá conocer de primera mano las propiedades de las plantas y el proceso de elaboración de productos medicinales y cosméticos, que llevan a cabo las hermanas del Monasterio Cisterciense de Vico y que exponen en un exposición anual, durante el mes de noviembre.
La empresa Etilisa, que ya participó en el proyecto original hace casi una década, ha vuelto a colaborar haciéndose cargo de los costes de la plantación, reafirmando su compromiso con la sostenibilidad y la inclusión social.
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