Las despedidas de soltero inundan Logroño: ¿Rentabilidad o convivencia?
Recogemos los pros y contras de esta situación que genera beneficios económicos y produce un gran descontento en muchos logroñeses

Las despedidas de soltero inundan Logroño: ¿Rentabilidad o convivencia?
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Logroño
Con la llegada del buen tiempo y a las puertas del verano comienza a notarse una gran afluencia de despedidas de soltero en el casco histórico de Logroño. Unas despedidas no siempre cívicas ni respetuosas, como denuncia la Asociación Demanda Casco Antiguo en sus redes sociales.
Su presidenta, Irache Apezteguía, denuncia una situación "insostenible" que hace imposible tener una calidad de vida en el casco antiguo de Logroño. Y critican además que el Ayuntamiento no tiene voluntad de regular este tipo de turismo. "Dejan un beneficio cero y la verdad es que es un tipo de turismo que trae un detrimento al barrio donde no se puede tener un fin de semana con tranquilidad o desarrollar tu vida familiar con normalidad".

Hostelería
Por su parte, los hosteleros consideran que no se trata de impedir estas despedidas, sino que la clave está en aprender a convivir y en cumplir unas normas cívicas. Sergio Palacios, presidente de la Asociación de Hosteleros de la calle San Juan, apunta que "quizás hace falta más vigilancia policial. No por nada pero, ¿Vamos a hacer una barrera en la entrada de Logroño que ponga que no se pueden despedidas? hay que generar unas normas y una serie de comportamientos cívicos".
Richard García, de la calle Laurel, afirma además que "cada día tenemos más gente de Logroño, más gente joven que es la que estuvimos echando en falta hace muchos años".

Despedidas de soltero
Y el responsable de la empresa Despedidas Rioja, Eduardo Gómez, insiste también en que se debe cumplir la ordenanza municipal y defiende que el problema está en quienes acuden a Logroño sin ninguna planificación. "Nosotros nos llevamos a la gente de Logroño prácticamente todos los sábados de las doce hasta las ocho, mínimo, de la tarde. En mi caso, hasta la una de la madrugada y ahí cuando llegan es de noche y la Laurel está cerrada. El problema es la gente que viene a la aventura y sin cosas preparadas".
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