'Appstinence', un método para desengancharnos de los móviles
Proliferan entre los jóvenes mecanismos para reducir su dependencia a estos dispositivos y a las redes sociales

'Appstinence', un método para desengancharnos de los móviles
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Logroño
En un mundo cada vez más hiperconectado, donde las notificaciones compiten por nuestra atención y las redes sociales dictan el ritmo del día, crece con fuerza un movimiento que propone algo tan simple como revolucionario: apagar el móvil. Se trata de la appstinencia, una práctica de desconexión digital que, nacida en Estados Unidos, empieza a consolidarse también en España.
El término combina ‘app’ y ‘abstinencia’, y define un método progresivo para reducir el uso compulsivo de redes sociales y aplicaciones móviles. Su origen se sitúa en la Universidad de Harvard, donde un grupo de estudiantes liderado por Gabriela Nguyen diseñó un plan en cinco fases: reducir el tiempo de uso, desactivar notificaciones, eliminar apps, usar teléfonos móviles básicos, los conocidos como 'dumb phones', y, finalmente, abandonar las redes sociales por completo. Todo esto, en un proceso pensado para desarrollarse en varios meses, incluso un año.
Según Vanessa Caba, profesora e investigadora en Ciberpsicología de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), este fenómeno no es anecdótico ni pasajero, “está ganando muchos seguidores, especialmente jóvenes, que están tomando conciencia de los efectos negativos de la hiperconexión”.
Y es que estudios recientes revelan que los jóvenes de entre 18 y 24 años pasan un promedio de 6 horas y 43 minutos al día utilizando sus dispositivos, un tiempo que supera por mucho la media nacional y que es más del doble de lo que dedican las personas mayores de 55 años. “Los factores que explican por qué cada vez más jóvenes deciden limitar el uso del móvil y de las redes sociales están directamente relacionados con una creciente conciencia sobre los efectos negativos que tiene esta hiperconexión, tanto en nuestra salud física como mental. Por ejemplo, en un estudio que llevamos a cabo desde el equipo de ciberpsicología el año pasado, con más de 500 estudiantes universitarios, observábamos que ellos mismos manifestaban preocupaciones crecientes sobre el impacto de los dispositivos en su salud mental, en el rendimiento académico y en la calidad de sus relaciones personales”.
La importancia de un método progresivo
Pero este método no surge en el vacío. Desde hace años, en Europa han proliferado iniciativas como el detox digital, que promueve pausas tecnológicas programadas. La diferencia está en el enfoque: la appstinencia se plantea como una transformación profunda de los hábitos digitales, no como una solución puntual.
Según Caba “el que sea progresivo permite que se tome conciencia, y en que cada fase se pueda ir reflexionando sobre cómo la tecnología nos afecta, tanto a nivel personal como a nivel social. Entonces, este enfoque no solo facilita una comprensión más profunda de ese impacto, sino que también abre un espacio para que podamos ir autoevaluándonos. En cada fase, por ejemplo, en la primera, que es disminuir el acceso al azar, pues, podemos ver cómo nos vamos sintiendo, si con esa disminución sentimos más ansiedad o menos, cuándo podemos pasar al siguiente paso. Además, el que sea progresivo permite que se cree un hábito.
Recibe toda la información de Radio Rioja en nuestro canal de WhatsApp.