"La gaita mixta ha venido para quedarse": las mujeres se siguen abriendo paso en el baile tradicional de Cervera del Río Alhama

Cervera del Río Alhama

Las fiestas patronales de Cervera del Río Alhama han vuelto a poner sobre la mesa la reivindicación por la igualdad en los bailes tradicionales. La Gaita Mixta, compuesta por mujeres y hombres que bailan juntos en un ámbito históricamente masculino, ha participado un año más en las fiestas, no sin dificultades. “El primer día nos pusieron los gigantes en medio por orden de la cofradía, y el segundo, los chicos no quisieron hacer fila con nosotras a la entrada de la iglesia”, ha relatado en La Primera Llamada del Día de Radio Rioja Alaitz Gutiérrez, integrante del grupo.

Pese a los obstáculos, la participación popular ha sido masiva. “Ayer fue increíble. Había tanta gente bailando con nosotras que casi no quedaba nadie fuera para verlo. Nos sentimos muy arropadas”, señala Gutiérrez, subrayando que el apoyo ciudadano va en aumento con cada edición. El grupo ha logrado no solo abrir espacio en la calle sino también en el imaginario colectivo de las fiestas, convirtiéndose en un símbolo de inclusión y cambio generacional.

Aunque no han podido realizar un “Pobre de mí” conjunto con la gaita oficial, como esperaban, sí han hecho pública su intención de que el acto de la quema del gaitero —organizado por el Ayuntamiento— se comparta en próximas ediciones. “Este año igual era precipitado, pero esa es nuestra intención”, afirma.

"Nosotras vamos a estar"

La Gaita Mixta no se plantea dar un paso atrás. “Es innegable que nosotras vamos a estar. Al que no le guste, va a tener que acostumbrarse, porque la gaita mixta ha venido para quedarse”, dice Gutiérrez.

Desde su primera aparición, la gaita mixta ha defendido el derecho de las mujeres a bailar en igualdad en las fiestas patronales, frente a la tradición que reserva este papel a los hombres. Su presencia ha generado tensiones con la cofradía, organizadora de los actos tradicionales, pero también ha abierto un debate social que cada año suma más apoyos.

Las próximas citas en las que esperan volver a bailar serán las fiestas de San Gil, en septiembre, donde seguirán reivindicando su espacio. Como recuerda Gutiérrez, “no pedimos quitar a nadie, solo compartir la calle y las danzas. Porque las tradiciones también pueden evolucionar”.

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