Controlados los incendios en La Rioja tras una noche de trabajos intensos

Logroño

La Rioja respira hoy con más tranquilidad tras una jornada complicada marcada por la simultaneidad de varios incendios forestales en distintos puntos de la región. Ignacio Sainz de Urturi, director general de Medio Natural del Gobierno de La Rioja, ha señalado a primera hora de este miércoles que todos los incendios están controlados, aunque algunos focos siguen bajo vigilancia.

"Todos los incendios están controlados, no hay ninguno activo, pero sí hay refuerzos, sobre todo en Mansilla, y en San Pelayo, en Gimileo. Se trabaja para evitar que la subida de temperaturas provoque rebrotes en estos puntos calientes", explica Urturi.

Sobre el incendio de Mansilla, el más grave de la jornada, el director general detalla que "todo parece indicar que estos incendios, incluyendo los de Collado Grande y Viniegra de Abajo, fueron provocados por rayos. La superficie afectada en Rigüelo podría situarse entre 40 y 50 hectáreas". Añade que "los medios aéreos no pudieron trabajar durante la noche debido a la tormenta, pero se incorporaron esta mañana para labores de vigilancia y remate".

En Gimileo, el fuego afectó también a bienes no forestales, como la línea de tren y un laboratorio de una bodega cercana. Urturi subraya que "el nivel de riesgo se eleva por la afectación a la interfaz urbano-forestal y la simultaneidad de los incendios, por lo que estamos en el máximo grado de alerta con todos los medios disponibles".

Viniegra de Abajo

Por su parte, Víctor Grandes, alcalde de Viniegra de Abajo, también ha pasado por los micrófonos de Radio Rioja y ha hablado de la tensión que vivieron los vecinos durante las primeras horas del incendio: "Son momentos de muchísima tensión, con dos incendios activos cerca del pueblo y sin información clara, porque los helicópteros no podían volar por la tormenta".

Ante la emergencia, los vecinos y vecinas se organizaron para apoyar a los equipos de extinción. "Nos comunicamos con Medio Natural para saber qué necesitaban y montamos un pequeño operativo: compramos pan, preparamos bocadillos, agua… y los subimos en todo terreno hasta la zona de intervención", relata Grandes.

Grandes explica que durante las primeras horas la falta de información generaba muchas dudas y subraya la necesidad de agilizar la comunicación con los municipios afectados.

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