Juan Carlos Sancha: "El viticultor en Rioja vuelve a estar en una situación desesperada"

Logroño

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja ha emitido el tercer boletín de maduración que revela "una evolución adecuada" de los valores de grado probable de manera general.

"En Rioja Alta y Rioja Alavesa se percibe una evolución correcta del peso de la baya, con valores dentro de la normalidad o ligeramente por encima de la media. Por su parte, en Rioja Oriental continúan por debajo de la media, comprobándose cierta ralentización en su evolución semanal", ha señalado Alejandra Rubio, directora técnica de la entidad.

Además, se observan también "unos parámetros de acidez y PH correctos, siendo necesario prestar especial atención a su evolución, así como una ralentización en los parámetros de madurez fenólica", se recoge en este nuevo boletín informativo.

Por último, se indica un especial seguimiento a las parcelas afectadas por el granizo del 31 de agosto, que afectó, en especial, a la zona de Murillo.

Precios y rentabilidad

Rioja, en su conjunto, camina hacia la generalización de la vendimia, que comenzó en agosto en Rioja Oriental y que ya en Rioja Alta y Rioja Alaves ha comenzado con la recolección de alguna parcela.

Será, por tanto, una vendimia que se adelante en el calendario. "Ni mi bisabuelo, ni mi abuelo, ni mi padre empezaron una vendimia en Baños de Río Tobía en septiembre. En mi caso, ya llevo once años y este va a ser el undécimo año que empiezo este mes", asegura Juan Carlos Sancha, vicepresidente de Bodegas Familiares de Rioja.

Una vendimia con menor producción -el rendimiento de las parcelas se cifra en la mitad de la cantidad habitual amparada, es decir, alrededor de 3.000 kilos por hectárea- y unos excelentes parámetros de calidad. "Todas las cosechas cortas son por lo general buenas en términos de calidad", reconoce este experto.

Por su parte, los precios rondarán los 80 céntimos de euros por kilo en el caso de la tinta y 70 céntimos en el blanco, lo que, unido a la caída de la producción, vuelve a comprometer la rentabilidad del viticultor. "Es una ruina total este año. No sé cómo va a sobrevivir el viticultor".

No en vano, las estimaciones que hace Sancha es que el coste de producción en esta campaña tan complicada asciende a 3.500 euros por hectárea, como consecuencia de los tratamientos para combatir las plagas, mientras que los ingresos rondarán los 2.400 euros por hectárea.

Ante esta circunstancia, el vicepresidente de Bodegas Familiares insiste en el arranque del viñedo como la medida estructural para lograr el equilibrio entre el potencial productivo en el campo y las ventas en el mercado.

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