San Mateo en Logroño: unas fiestas que fueron feria, que no tienen patrón y que cambiaron de fecha
El debate está abierto en la capital: Tú, ¿Qué harías con las fiestas mateas? Cuéntanoslo
Cohete San Mateo Logroño 2024 / Cadena SER
Logroño
Llega San Mateo, las Fiestas de la Vendimia. Es así como llamamos a estos próximos días en los que nos adentramos con la pereza de que ya estábamos pensando más en la normalidad que en seguir de jarana. Y es que esta semana festiva se nos hace bola, porque queda demasiado cerca de las vacaciones de verano y todavía no nos ha dado tiempo a recuperarnos ni a agotarnos.
Por ello, las frases que se escuchan estos días entre las cuadrillas logroñesas son: “¡Qué pereza San Mateo! ¡Qué hacemos con los hijos, todavía sin coger el ritmo escolar! ¡Me marcho unos días porque toda la semana es horrible! ...” Y a esto se añade las complicaciones que se generan en determinados sectores profesionales, donde es imposible facturar con normalidad hasta que no pasan estos días festivos y cuando intentas cerrar alguna operación la frase es siempre: “Hablamos ya después de San Mateo si te parece”.
¿Qué harías tú con las fiestas de San Mateo de Logroño?
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¿Por qué San Mateo?
La pregunta que nos hemos hecho es por qué es así esta semana e incluso algo tan básico como, y ¿Por qué San Mateo? Estas fiestas han cambiado de nombre en varias ocasiones y también incluso de fechas. Solo hace falta releer al periodista Marcelino Izquierdo para darse cuenta de que tanto una cosa como la otra ha sido a lo largo del tiempo más una cuestión de oportunidad que de tradición.
En un primer momento, allá por el siglo XII, Logroño celebraba una feria anual y se hacía para dar gracias por la cosecha. Después, se fijaron a primeros de septiembre y fue Fernando VII y su hija Isabel II, en el siglo XIX, cuando decidieron cambiarlas a la tercera semana de septiembre y buscar un santo que coincidiera con esta fecha y eligieron a San Mateo, el recaudador de impuestos, para darles una celebración religiosa. Un santo que no es patrón de la ciudad, que ya saben es San Bernabé y que se celebra el 11 de junio y es quien tiene este título de protector de la ciudad. Y no será ya hasta septiembre de 1956 cuando se les añade también a estas celebraciones el apellido de ‘Fiestas de la Vendimia’ por eso de darle un sentido a una época del año.
Y así hemos llegado a instaurar San Mateo como la celebración principal de Logroño, cuando no es ni nuestro patrón ni tampoco tiene nada que ver con la vendimia y que, por cierto, lo único que queda en el programa de aquellas celebraciones originarias es el Pisado de la Uva, un acto que celebra el Gobierno de La Rioja y no el Ayuntamiento de Logroño, y el desfile de carrozas.
Por ello, no nos parece descabellado pensar que estas fiestas han llegado a un momento en el que hay que reflexionar sobre ellas e incluso tomar decisiones valientes por parte de los actuales dirigentes para hacer de ellas algo mejor y más digno.
Pisado de la uva / Gobierno de La Rioja
Pisado de la uva / Gobierno de La Rioja
¿Qué harías tú con las fiestas mateas?
Les preguntamos hoy si ustedes son más de dejarlas como están en Logroño, celebrarlas más cortas con solo el día de San Mateo festivo como ocurre en Oviedo o de dejar una semana de fiestas, pero adelantarlas a por ejemplo la primera semana de septiembre como ha hecho Valladolid. Y para tomar una decisión les vamos a dar argumentos...
- Dejarlas como están
Es la opción de los que les gustan las fiestas así o de los más cómodos, que basándose en el respeto a la tradición todo vale.
- Hacerlas más cortas
Es la opción de aquellos o aquellas que piensen que una semana de fiestas es demasiado. Acortarlas puede ser un buen paso para hacer unas fiestas más concentradas y de mayor calidad. Además de que también el parón laboral y escolar sería menos impactante. Hablamos de que solo el día 21 sea festivo y si cae bien pues se puede hacer un pequeño puente. Es lo que ocurre en las fiestas, también de San Mateo, en Oviedo, donde los escolares siguen yendo a clase con normalidad a excepción del día 21 de septiembre.
Deben saber que estamos convencidos de que está es la opción que menos va a gustar a la hostelería porque se acorta también el consumo y tampoco será la mejor alternativa para los que ahora esta semana la aprovechan para viajar más barato que en agosto.
- Cambiar las fechas a principios de septiembre
Sería algo así como volver a los orígenes, porque ya se celebraron en estas fechas y también coincidiría con el arranque de la vendimia. De esta forma, los hosteleros y viajeros estarían contentos porque se apuesta por la semana completa de fiestas (incluidos dos fines de semana), pero todavía en época veraniega y más vacacional. Además, para las empresas serían unas mejores fechas porque todavía están en modo más vacacional, al igual que los escolares, sin empezar el colegio.
Parece una idea de locos, el cambiar unas fiestas, pero Valladolid lo hizo en el año 2000, fue el alcalde Javier León de la Riva, y explicó que era mejor para la hostelería y también por las condiciones climáticas. Y así se pasaron a la primera semana de septiembre y se realizan en honor a la Virgen de San Lorenzo.
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