La Rioja, con más de un 99%, es la tercera comunidad española con la red eléctrica más saturada

Logroño

Hoy ponemos el foco sobre un problema que afecta a proyectos empresariales de presente y, sobre todo, de futuro en todo el país, y es la saturación de la red eléctrica de la que en los últimos días ha alertado la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica.

Esa saturación es del 84,3% en el conjunto del país, pero es especialmente preocupante en Cantabria, con una saturación de sus nudos electrónicos del cien por cien, y en País Vasco y La Rioja, con una saturación ligeramente superior al 99%. En medio de la apuesta por la descarbonización de la economía y de los esfuerzos por una mayor electrificación, esto supone un serio problema que amenaza millones de inversiones por esa falta de conectividad.

Marta Castro, directora de AELEC, explica que “esto afecta a la oportunidad de tener crecimiento industrial, ya que se imposibilita conectar a esa demanda industrial a quien quiera. También imposibilita electrificar la demanda del transporte, porque tampoco se puede conectar infraestructura de recarga de vehículo eléctrico, e incluso, algo que es esencial, obviamente, es la promoción de las viviendas. Tampoco se podría contar con esa incorporación de más viviendas. Por lo tanto, obviamente, es una pérdida de oportunidad para la región en particular, de crecimiento económico, de creación de empleo, puesto que toda esta parte, si no se conecta a esa demanda, obviamente se pierde”.

Falta de planificación

Castro atribuye este problema de saturación a una política que nos abocaba directamente al agotamiento del sistema, “no podemos olvidar que otros países de la Unión Europea ya lo venían indicando. Ya habían ampliado, incluso multiplicado por dos y por tres, sus niveles de inversión, para poder incrementar la capacidad. Incluso, esa planificación ya identificaba las necesidades para consumos tan relevantes como es el crecimiento industrial. Nuestra planificación no ha dado respuesta a eso, obviamente. Nuestra regulación tampoco la ha dado. Y es algo fundamental, porque no podemos olvidar que España ha hecho un esfuerzo inversor en renovables para tener un precio más barato que la Unión Europea”.

Llegados a este punto, y según Castro, la solución pasa por “ser conscientes de que se necesita una planificación mucho más ágil y mucho más flexible. Se necesita también un modelo de retributivo coherente y estable, que garantice, obviamente, la recuperación de las inversiones. También digitalizar la red, para que la electrificación sea ese motor de competitividad. Y hay que dotar un mayor nivel de inversión. Y es que no podemos olvidar que el problema que hemos tenido es que hemos estado dando un servicio eléctrico del siglo XXI, pero con unos presupuestos del siglo XX”.

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