Así funcionan los protocolos contra el acoso escolar en La Rioja

Logroño

La Rioja ha abierto siete protocolos por posibles casos de acoso escolar desde el inicio del curso 2025-2026, según ha confirmado el director general de Innovación Educativa, Fabián Martín. De ellos, cinco corresponden a la etapa de Primaria y dos a Secundaria.

Aunque las cifras muestran un incremento progresivo en los últimos años (24 expedientes en el curso 2023-2024 y 43 en el 2024-2025), Martín subraya que este aumento no implica necesariamente más casos de acoso, sino “una mayor conciencia en los centros y una reacción más rápida ante cualquier indicio”.

“La clave es que, ante cualquier señal de posible acoso, se abre el protocolo y se estudia el caso”, explica Martín. “No todos los expedientes confirman situaciones de acoso, pero permiten actuar a tiempo y garantizar la seguridad del alumnado”.

El protocolo de actuación se puede activar por cualquier miembro de la comunidad educativa: profesorado, familias, alumnado o incluso desde el teléfono 018 del Ministerio de Educación. Una vez comunicada la situación, el centro constituye una comisión de valoración urgente, que analiza los hechos, adopta medidas de protección y, si es necesario, inicia una investigación con entrevistas a las partes implicadas.

“Lo primero es asegurar el bienestar de la posible víctima”, destaca Martín. “Después se estudia si la conducta reúne las tres características básicas del acoso: desequilibrio de poder, intencionalidad de hacer daño y repetición en el tiempo”.

En los casos confirmados, los centros aplican las medidas recogidas en su reglamento interno e informan a Inspección Educativa y, si procede, a la Fiscalía. Cuando no se acredita el acoso, se mantienen acciones preventivas y de sensibilización, reforzando la convivencia en el aula.

Martín insiste en que la formación y la concienciación son esenciales para reducir los conflictos escolares: “El acoso es un problema de todos. La educación en convivencia debe implicar al profesorado, al alumnado y a las familias para que los centros sean lugares seguros”.

“Romper el silencio es esencial para frenar el acoso”

Desde el ámbito universitario, la directora del Máster en Prevención y Mediación de Conflictos de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Dyanne Ruiz, recuerda que la lucha contra el acoso no puede limitarse a los protocolos, sino que debe apoyarse en la prevención y la educación emocional.

“La prevención es el primer paso para construir aulas seguras y respetuosas”, afirma Ruiz. “No basta con reaccionar ante un caso: hay que trabajar los valores de empatía, respeto y cooperación desde las primeras etapas”.

Ruiz señala que romper el silencio dentro del grupo de iguales es clave, porque “el acoso se sostiene muchas veces por la pasividad de los testigos”. Por ello, propone formar al alumnado para que adopte un papel activo frente a estas situaciones: “Callar también es participar. Todos somos responsables de la convivencia”.

La experta advierte además del impacto del ciberacoso, un fenómeno que ha trasladado el acoso más allá de las aulas y exige una atención específica. “Las redes sociales son un nuevo escenario educativo. Hay que enseñar a los menores a relacionarse y protegerse también en el entorno digital”, subraya.

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