La víctima del crimen de Los Lirios fue atacada por detrás con un cuchillo que le causó una grave herida en el cuello
Según el Servicio de Criminalística, las heridas se corresponden con el cuchillo encontrado en la escena del crimen, sobre el que no hay huellas del acusado

La víctima del crimen de Los Lirios fue atacada por detrás con un cuchillo que le causó una grave herida en el cuello (2025-10-27)
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Logroño
Segunda y última semana del juicio por el crimen de Los Lirios que finalizará este viernes y en el que se busca determinar si a Mercedes la asesinó su marido en octubre de 2020.
Tras haber escuchado en días anteriores a familiares y amigos de víctima y acusado, con versiones sobre la relación del matrimonio totalmente opuestas, este lunes la sesión ha recorrido la parte más analítica: las pruebas y conclusiones extraídas por peritos expertos.
Herida mortal en el cuello
Según el Servicio de Criminalística, del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, todo apunta a que la atacaron por detrás causándole una grave herida en el cuello, algo más propio de un homicidio que de un suicidio que, recordamos, fue la primera teoría establecida en este caso. "El corte lateral encontrado en el lado izquierdo del cuello sugiere que, si el asesino era diestro, lo hiciera de espaldas a la víctima. El sentido de realización del corte va de posterior a medial, que es el movimiento de una persona diestra que ataca por detrás", sentencian los peritos expertos.
Esa y el resto de heridas encontradas se corresponderían con el tamaño y las características del cuchillo encontrado en la escena del crimen.
Más información
- Primera sesión: El fiscal asegura que la mujer asesinada en Logroño en 2020 tenía miedo de su marido
- Segunda sesión: La Policía Científica descarta el suicidio
- Tercera sesión: "El matrimonio estaba roto"
- Cuarta sesión: el hijo de la víctima cree que su padre es inocente
- Quinta sesión: La hermana del acusado dice que "Ella no se quería separar"
Un arma sin huellas
Aquí una de las claves de esta sesión. No hay ADN del acusado en el arma ni en la escena, pero sí están sus restos genéticos en las manos y las uñas de la víctima. La Fiscalía ve inviable que esos restos permanecieran tras los dos supuestos días en los que el acusado se encontraba con su hijo en la vendimia. Dos días en los que se presupone que cualquier persona se lava en repetidas veces las manos, y más en época COVID. Los expertos indican que no tiene por qué irse del todo esos restos tras las rutinas de higiene, pero sí sería muy probable que se disminuyera la carga encontrada. La defensa, por su parte, considera que se habla sin saber. Nadie sabe realmente, señala, si la víctima se lavó las manos o se duchó en dos días.
El otro punto de debate: un pelo de una mujer desconocida. En anteriores sesiones la Fiscalía ya quitó hierro al asunto indicando que podría ser de cualquiera, como de alguna visita previa al asesinato. Y a eso se agarra la defensa: por qué no se mandó ADN de otras personas cercanas a la pareja para descartar su implicación y solo se limitaron a buscar restos del acusado.
Un caso con muchas preguntas todavía sobre la mesa que deberán responderse en estos cuatro próximos días.
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