Los forenses descartan el suicidio y aseguran que a la víctima del crimen de Los Lirios la asesinaron de madrugada

Logroño

Nueva sesión del juicio por el crimen de Los Lirios que finalizará este viernes. Durante la jornada de este 28 de octubre se ha seguido examinando la parte más analítica del caso y ha sido el turno de los forenses, que no han dudado en afirmar que, como ya se lleva demostrado en todas las sesiones previas, no fue un suicidio. A Mercedes la asesinaron. La duda aún reside en si lo hizo su marido... o no.

La data de la muerte, el gran choque

La gran pregunta, aún sin respuesta, es si el acusado se desplazó de madrugada a Logroño y una vez allí, asesinó a su mujer. El hijo de la pareja ya declaró el jueves pasado que estaban en la misma casa del pueblo y, de ser así, se habría enterado. Pero los forenses insisten y sitúan la hora de la muerte entre la una y las seis de la mañana, un lapso de tiempo donde realmente nadie vio al acusado. Esa data se ha situado en esta jornada como la clave del choque entre acusación y defensa. Estos últimos han llevado a su propio forense a declarar. Una forense que, sin ver el cuerpo de la víctima y basándose en los informes realizados, difiere de los que realizaron levantamiento y autopsia y determina que por la rigidez del cuerpo, el asesinato tuvo que producirse entre las 10 y las 14 horas del 13 de octubre de 2020. En ese lapso de tiempo el acusado estaba en Gumiel de Mercado junto a su hijo, por lo que tendría coartada.

El cuerpo se movió y la víctima no se defendió

De lo que no queda duda es de que fue un homicidio. Los forenses del caso han explicado que desde el primer momento que vieron la escena del crimen descartaron la idea del suicidio y que, por la profundidad de las heridas realizadas, lo confirmaron. Declaran que es inviable que una persona que se degüella para quitarse la vida tenga fuerzas aún para realizarse otras cinco puñaladas en el tórax.

Además, también señalan que por la disposición de ambos brazos en el suelo, determinan que el cuerpo fue movido y, por la ausencia de heridas en las manos, la víctima no intentó defenderse.

Quedan aún tres días por delante de este juicio que se desarrolla con jurado popular y en el que la Fiscalía busca que al acusado lo condenen a 22 años de cárcel.

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