La Policía considera que la víctima del crimen de Los Lirios esperaba despierta a su marido la noche del asesinato

Logroño

Después de ocho días escuchando los testimonios de familiares y amigos del matrimonio, así como de policías, forenses y otros implicados en la investigación, hoy está siendo el turno del acusado que, con algunas contradicciones durante su declaración, mantiene que no fue a Logroño en la noche del 12 al 13 de octubre, lapso de tiempo donde los forenses sitúan la hora del asesinato de Mercedes. No consigue ubicar bien el momento en el que, según él, su hijo se fue a dormir antes de que él volviese de tomar algo con un amigo en un pueblo cercano. Al día siguiente, asegura que se despertó sobre las 07:30 horas, contradiciendo su declaración inicial que figuraba en el atestado en la que habría asegurado que se despertó a las nueve de la mañana.

¿Teléfono apagado o sin cobertura?

Uno de los problemas del caso es que no hay prueba que sitúe al acusado en el momento del crimen. Eso, según el policía que envió el atestado policial, se debe a que el acusado mantuvo el teléfono apagado. Algo que él niega: se escuda en que en la casa del pueblo no hay cobertura y por eso parecería que el teléfono se encontraba apagado.

El policía se muestra firme y segundo en la valoración final que sacaron de la investigación: aquella noche, Mercedes esperaba a su marido porque no dejó las llaves puestas en la puerta de entrada al irse a dormir, algo que solo hacía si esperaba su llegada.

Fin a la octava jornada de un juicio que se alargará hasta este viernes y en el que la Fiscalía pide 22 años de prisión para el acusado.

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