El Sindicato de Vivienda de La Rioja ve "insuficiente" la suspensión de licencias turísticas en Logroño y reclama medidas estructurales

Logroño

El Ayuntamiento de Logroño debate este jueves en pleno la suspensión, durante un año, de la concesión de nuevas licencias de viviendas de uso turístico en la ciudad. Una medida que se tramita por la vía de urgencia y que afectará a todo el término municipal, no solo al Casco Antiguo. El objetivo del Gobierno local es elaborar una normativa más clara que permita compatibilizar la actividad turística con la vida de los vecinos. Actualmente, en Logroño hay registradas alrededor de 850 viviendas turísticas, 265 de ellas en el Casco Antiguo, y se prevé revisar las 46 solicitudes que aún están pendientes de aprobación.

La portavoz del Sindicato de Vivienda de La Rioja, Ainhoa Martínez, considera que esta decisión “llega tarde” y que es “insuficiente ante la magnitud del problema”. En La Primera Llamada del Día de Radio Rioja, Martínez señala que Logroño concentra el 47% de los pisos turísticos de toda la comunidad, lo que se traduce en “uno por cada 205 habitantes”. A su juicio, no basta con una suspensión temporal: “Habría que ir más allá, establecer una moratoria más estricta y regular también a fondo las viviendas de uso turístico”.

Vivienda protegida

Martínez recuerda que la crisis habitacional no se limita a los pisos turísticos. “Necesitamos un parque público de vivienda real, estable y que no termine pasando a manos privadas con el tiempo”, sostiene. Critica que el modelo de vivienda protegida actual “acaba siendo un parche” porque muchas de esas viviendas terminan incorporándose al mercado libre pasado un número de años.

La portavoz también cuestiona la idea de que la actividad turística esté en manos de pequeños propietarios. “Cuando revisamos el Boletín Oficial nos encontramos licencias vinculadas a empresas, bodegas o sociedades jurídicas que buscan hacer negocio en nuestros barrios”, denuncia.

Dificultad entre la juventud

La dificultad para acceder a la vivienda se refleja especialmente entre los jóvenes. Según Martínez, el precio del alquiler en La Rioja ha aumentado un 12,9% en el último año. “Encontrar algo por menos de 600 euros en el centro es casi imposible”, subraya. En muchos casos, dice, la alternativa es compartir piso o destinar más de la mitad del sueldo al alquiler.

Martínez insiste en que la crisis de vivienda no es coyuntural, sino estructural. Y concluye: “La vivienda no puede seguir tratándose como una mercancía más. Es un derecho y debe garantizarse”.

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