La asociación In Género inicia su actividad en La Rioja para defender los derechos de las personas que ejercen la prostitución

La asociación In Género, con más de veinte años de trayectoria en salud sexual y derechos humanos, ha comenzado a operar en La Rioja tras abrir una sede en Logroño. La entidad presentó su hoja de ruta en un acto celebrado en la Universidad de La Rioja, donde explicó su trabajo y los motivos que la han llevado a implantarse en la comunidad.

El director de la organización, Miguel del Olmo, explica que In Género trabaja exclusivamente con personas que ejercen la prostitución y víctimas de trata, y que su llegada responde a la petición directa de las propias mujeres. “Hay muchísima movilidad en este colectivo y fueron ellas quienes nos dijeron que debíamos estar aquí”, señala.

Colectivo diverso y migrante

Del Olmo destaca la gran heterogeneidad del sector. Según los datos de la asociación, entre el 96% y el 97% son personas migrantes, y alrededor del 90% mujeres cis, un 7% mujeres trans y entre el 1% y el 2% hombres cis. La mitad se encuentran en situación irregular, lo que dificulta su acceso al empleo y a derechos básicos.

“El 70% u 80% nunca había considerado ejercer la prostitución antes de llegar a España”, explica Del Olmo, quien denuncia que las barreras para obtener papeles empujan a muchas mujeres a esta actividad como única opción viable.

Atención integral y acompañamiento

In Género trabaja mediante un modelo integral que incluye mediadores, atención social, asesoría jurídica en extranjería y apoyo psicológico. El equipo visita clubes y pisos, entre 8 y 10 en la región, para establecer contacto directo y responder a las demandas de las personas que ejercen la prostitución.

La salud, tanto física como mental, es una de las prioridades de la entidad, junto con los programas de prevención de la trata, detección de casos y acompañamiento para quienes quieren abandonar la prostitución o regularizar su situación.

Del Olmo reconoció la dureza del contexto legal: “Tenemos una ley de extranjería horrorosa y un clima político que endurece aún más las condiciones. Eso empuja a las personas a opciones que jamás habían imaginado”.

La organización estima que alrededor del 10% de quienes ejercen la prostitución pueden ser víctimas de trata, y cerca del 30% sufrir explotación sexual, especialmente en pisos, donde las condiciones de control son más difíciles. “Muchas mujeres ni siquiera saben que son víctimas”, asegura Del Olmo.

El mapa de la prostitución en La Rioja

La distribución en La Rioja es similar al resto del país: entre el 60% y el 70% ejerce en clubes, aunque la tendencia es a la reducción de estos locales y al aumento de pisos en zonas urbanas. En ellos, recuerda Del Olmo, hay más mujeres españolas y más personas sin papeles, ya que la policía accede con mayor dificultad.

Este escenario, alerta, genera riesgos añadidos y facilita los abusos por parte de explotadores, lo que refuerza la necesidad de acompañamiento y presencia estable de entidades como In Género.

Del Olmo concluyó destacando que su sede en La Rioja ya está llena de mujeres solicitando apoyo. “Trabajamos desde el empoderamiento y el reconocimiento de su autonomía. Nuestro objetivo es garantizar derechos, prevenir abusos y acompañar cada proceso”.

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