Tamayo y Sáez, recibidos entre gritos de "chorizos" y "sinverguenzas"
Los tránsfugas del PSOE Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez acudieron a las seis en punto a la Asamblea de Madrid para asistir a la sesión de investidura del candidato socialista, Rafael Simancas. A su entrada tuvieron que oir gritos de "sinverguenzas" y "chorizos" de media docena de diputados de su antigo grupo.
Tamayo y Sáez despertaron la mayor expectación de la tarde. Fueron los últimos en llegar despuès de Fausto Fernández (IU), Esperanza Aguirre (PP) y el propio candidato socialista. Todos los invitados y el gobierno en funciones, encabezado por su presidente, Alberto Ruiz Gallardón, estaban ya en el edificio.
Más información
- Simancas inicia el discurso de investidura implicando al PP en el escándalo
- Cardenal autoriza a Anticorrupción a investigar a Tamayo y Sáez
- El secretario regional del PP habló con el asesor de Tamayo un día antes de la traición
- Esta tarde, segunda jornada del debate de investidura en la Asamblea de Madrid
Optaron por entrar a pie por la puerta principal, iban juntos y atravesaron con rapidez el vestíbulo que les separaba del salón de plenos. Sólo unos pocos de sus antiguos compañeros de grupo les esperaban para increparles.
Los dos tránsfugas ocuparon sus escaños en una esquina de la última fila del hemiciclo y se dispusieron a escuchar las palabras de Simancas, sin haber sido saludados por ninguno de sus compañeros de la Asamblea.
No fueron los únicos en querer expresarse ante la Asamblea. A sus puertas, un centenar de manifestantes pedía "respeto" para los resultados electorales y protestaban contra "tramas inmobiliarias", cuya investigación reclamaba. Incluso, uno de los manifestantes pedía directamente a Simancas que acepte la responsabilidad de gobernar.
Tamayo y Sáez escucharon sin un sólo gesto el discurso de Simancas. A su término, ambos salieron por separado de la cámara. Tamayo lo hizo entre carreras, perseguido por los periodistas.