La trama de la Asamblea de Madrid capitalizará el debate sobre el estado de la nación
Zapatero usará esta crisis para subrayar la "nefasta" gestión del PP
El presidente del Gobierno, José María Aznar, afronta a partir de mañana su último debate sobre el estado de la nación como jefe del Ejecutivo. En frente tendrá al líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, que situará la crisis de Madrid como una consecuencia más de la "nefasta" gestión del PP y de su política antidemocrática.
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Aunque el PP insiste en que Aznar no sacará el problema generado en la Asamblea de Madrid por los tránsfugas Tamayo y Sáez, pocos líderes políticos dudan de que este asunto capitalizará el "cara a cara" entre el presidente y el jefe de la oposición, principal centro de atención del último debate de política general de la VII Legislatura que se celebra el lunes y el martes en el Congreso.
Los "populares" destacan, como afirma su portavoz parlamentario, Luis de Grandes, que la crisis de Madrid y su postura ante asuntos como la guerra de Irak o la catástrofe del "Prestige" ha mermado la credibilidad de Rodríguez Zapatero, pero el PSOE ahonda en su convicción de que el PP está tras la trama inmobiliaria de Madrid.
La firmeza ante el desafío nacionalista a la Constitución y la demostración de que el PP ha cumplido todos sus compromisos, con especial incidencia en el buen comportamiento de la economía española en una situación internacional muy adversa, constituirán los dos principales ejes argumentales de Aznar en su discurso.
Frente a esta exposición, adelantada en la comunicación previa al debate remitida a la Cámara, la oposición abrirá sus frentes de ataque en los asuntos que han protagonizado las principales polémicas políticas del último año: el apoyo del Gobierno a la guerra de Irak, del desastre del "Prestige", el imparable ascenso del precio de la vivienda y el aumento de la inseguridad ciudadana.
Los socialistas esgrimirán el "deterioro" de los servicios públicos como mejor ejemplo del fracaso de las políticas del PP, apostarán por la necesidad de una "regeneración democrática" con medidas como el endurecimiento de las incompatibilidades de los cargos públicos y harán novedosas propuestas para el problema de la vivienda.
La guerra de Irak, y más concretamente la falta de pruebas sobre las armas de destrucción masiva que la justificaron, será el principal punto de encuentro de la oposición, convencida de que Aznar mintió al Parlamento al asegurar que estas armas sí existían.
Para ello, PSOE, IU, PNV y el Grupo Mixto preparan una resolución conjunta que exija la creación de una comisión de investigación.
Aunque el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, dedicará su intervención a realizar una "radiografía" de los ocho años de gobierno del PP, fuentes socialistas aseguraron que el líder de la oposición no eludirá ningún asunto.
En este sentido, Rodríguez Zapatero situará la crisis de la Asamblea de Madrid como una consecuencia más de la "nefasta" gestión del PP y de su política antidemocrática, detallaron estas fuentes. Izquierda Unida también planteará un "balance negativo" de la gestión del PP, y está dispuesta a demostrar ante la tribuna que la "corrupción especulativa" está en el origen de la crisis de la
Asamblea de Madrid y constituye un ejemplo del modelo de crecimiento por el que apuesta el PP, según el líder de la federación, Gaspar Llamazares.
Sin embargo, el portavoz de CiU, Xavier Trias, prefiere que el debate se centre en los "claroscuros" de la gestión de Aznar, principalmente en el ámbito autonómico y social y no en el problema de Madrid, aunque también está convencido de que habrá crispación en la cita porque el PP y el PSOE están dispuestos a atacarse con la máxima dureza.
Si el deficiente desarrollo autonómico será una de las principales preocupaciones de CiU, el PNV llevará a un primer plano la "injusta" vinculación que el PP hace entre nacionalismo y violencia, según su portavoz, Iñaki Anasgasti, encargado de responder a la ofensiva de Aznar contra el "plan Ibarretxe".
Desde el Grupo Mixto, el BNG denunciará la "desinformación" y "propaganda" del Gobierno en el desastre del petrolero "Prestige".
