México celebra sus primeras elecciones federales tras la caída del PRI
Los comicios son un referéndum acerca de la gestión de Vicente Fox
Las elecciones marcarán el rumbo político de México hasta el extremo de determinar el éxito o fracaso del mandato del presidente Vicente Fox, que llegó al poder hace dos años y medio y puso fin a siete décadas de hegemonía del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Todas las encuestas coinciden en que el PRI se mantendrá el domingo como la primera fuerza en el Congreso, donde ningún partido obtendrá mayoría absoluta.
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El líder del PRI, Roberto Madrazo, asegura que el reto del Poder Legislativo será impulsar las reformas estructurales que necesita México y que han permanecido estancadas en los últimos años. "El Congreso va a tener una conformación muy importante, porque tiene la oportunidad de sacar adelante los acuerdos que en tres años no ha podido sacar el presidente, porque Fox ha privilegiado la confrontación, el conflicto, la descalificación", indicó.
Sin embargo, para el presidente del oficialista Partido de Acción Nacional (PAN), Luis Felipe Bravo Mena, el enfrentamiento lo ha propiciado la oposición, que se ha dedicado a poner la zancadilla a los principales proyectos de Fox.
"La elección tiene como sustancia esta percepción del electorado de que hace tres años dimos un paso muy importante que ha estado bloqueado por fuerzas políticas a las que les interesa que fracase el proceso de transformación del país", declaró Bravo Mena.
En tanto, la presidenta del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), Rosario Robles, también se ha comprometido durante la campaña a impulsar las reformas pendientes y considera que si éstas no han avanzado ha sido por la falta de voluntad de Fox para enfrentarse con el PRI.
Los altos índices de abstención que se esperan en los comicios, cercanos según las encuestas al 60 por ciento, ponen de manifiesto la apatía existente y el desprestigio de la clase política, según los expertos. Los once partidos participantes no han logrado entusiasmar a los potenciales votantes, consideran.
La mayoría de los analistas citan la apatía, la ignorancia y el conformismo como causas genéricas del desinterés popular, que en los anteriores comicios, de 1997, fue del 42 por ciento.
La campaña electoral estuvo salpicada de denuncias de excesivo proselitismo por parte del Gobierno a raíz del protagonismo de Fox, a quien la oposición acusó de prestar su imagen en la publicidad de su partido, algo que generó confusión y puede sesgar el voto.
La renovación de la Cámara de Diputados también definirá el rumbo económico del mandato de Fox, quien casi a la mitad de su período no ha logrado la reactivación ni concretar los proyectos liberalizadores que prometió.




