Un atentado con bomba deja al menos tres muertos en un mercado de Mindanao
Por el momento, ningún grupo ha reivindicado el atentado, perpetrado en una zona en la que operan las guerrillas separatistas islámicas
Manila
Al menos tres personas murieron y otras 25 resultaron heridas hoy en un atentado en un mercado público de Mindanao. No ha sido reivindicado aún, pero se sospecha que fue cometido por alguno de los grupos musulmanes armados que actúan en Filipinas.
La explosión ocurrió sobre las 06.30 GMT en el zoco de la localidad de Koronadal, a unos 1.010 kilómetros al sur de Manila, cuya población es de mayoría cristiana.
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La gobernadora de la provincia de Cotabato del Sur, Daisy Fuentes, bajo cuya jurisdicción está Koronadal, confirmó las tres víctimas mortales y los 25 heridos, de los que precisó que "nueve están en condiciones críticas". Las autoridades sólo han facilitado la identidad de dos de los fallecidos: las filipinas Bai Masla, de 11 años, y Nieves Esperalta, de 46, ambas vendedoras.
El artefacto explosivo empleado era de fabricación casera y fue colocado en la sección del mercado para ropa usada entre un puesto de telas y otro de comida. Varios testigos declararon a la policía y los medios locales que vieron a un individuo dejar "algo" en el lugar donde se produjo la explosión.
La gobernadora Fuentes relató que el alcalde de Koronadal, Fernando de Miguel, había recibido en las últimas semanas llamadas telefónicas de un hombre que se identificó como Abu Sulaimán y que exigía un millón de pesos (18.723 dólares) para evitar que ocurriera "algo malo" en la ciudad.
No reveló a qué banda pertenece", añadió la funcionaria, que manifestó que la "extorsión" es el "modus operandi" de los grupos musulmanes armados en Mindanao, en alusión a Abu Sayyaf y el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI).
Precisamente otro Abu Sulaimán apareció vinculado con el atentado ocurrido el 10 de mayo pasado también en el mercado de Koronadal y que causó nueve muertos. El alcalde De Miguel declaró entonces que una persona, que se identificó también como Abu Sulaimán, portavoz de Abu Sayyaf, le llamó por teléfono después de aquella explosión y pidió cuatro millones de pesos (74.829 dólares) o amenazó con más bombas.
NO HA SIDO REIVINDICADO
En esta ocasión, ningún grupo armado o banda de delincuentes se ha atribuido de momento el atentado, el cuarto que sufre Koronadal en lo que va de año.
El portavoz del FMLI, Eid Kabalu, también habló con los medios filipinos para negar cualquier implicación de su grupo con lo ocurrido en Koronadal. Kabalu aseguró que desconoce la identidad de Abu Sulaimán y garantizó que "el FMLI no quiere sabotear la reanudación de las negociaciones de paz".
El Gobierno y el FMLI comenzaron a negociar a finales de la década pasada un acuerdo de paz, cuyo mayor logro se consiguió en 2001 con la firma de una tregua.
El proceso de paz se vio truncado el pasado febrero cuando el Ejército lanzó una ofensiva militar para capturar un campamento rebelde que, según dijo, daba refugio a bandas de delincuentes.
Distinta suerte reserva Macapagal Arroyo para Abu Sayyaf, con quien ha descartado cualquier diálogo que no lleve a la desaparición de ese grupo terrorista fundado en 1991 por varios ex combatientes de la guerra de Afganistán con la Unión Soviética.
La presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, condenó "con fuerza este acto terrorista" y prometió que "los responsables serán llevados ante los tribunales", según comunicó a la prensa en Manila el portavoz de la Presidencia, Ignacio Bunye.
"El incidente será investigado y, en anticipación a la pregunta de si afectará al proceso de paz, no vamos a poner obstáculos a aquellos que quieren la paz en Mindanao", añadió Bunye.




