Los toros de Adolfo Martín protagonizan el encierro más rápido de los Sanfermines

El quinto encierro de las fiestas de San Fermín, con toros de Adolfo Martín, fue limpio y rápido, los toros realizaron los 825 metros del recorrido estirados y sin causar problemas, permitiendo a los mozos, que hoy eran de nuevo muchos, carreras desahogadas.

La carrera duró dos minutos y 40 segundos, aunque llegó antes a la plaza. Dos toros se despistaron sin embargo en el coso durante unos momentos, hasta que fueron conducidos por los dobladores a los corrales.

Esta ganadería ha corrido dos veces en Pamplona, en 1999 y 2000; de ellos, cinco son cárdenos, y los pesos de la corrida oscilan entre los 560 y los 520 kilos.

El mayor peligro se produjo en la cuesta de Santo Domingo, al comenzar el encierro, cuando un toro que encabezó la manada limpió un tramo de la acera izquierda. En Estafeta, otro mozo se encontró con dos toros encima y cayó, pero los animales no hicieron nada por empitonarle, simplemente, lo atropellaron.

Según el primer balance desde el Hospital de Navarra, no ha habido heridos por asta de toro, sino golpes y pisotones, por lo que este quinto encierro podría ser uno de los más limpios de las fiestas de San Fermín de este año.

Los toros se situaron al frente de la manda nada más iniciar el encierro. Uno de ellos, en primer lugar, se adelantó hacia el lado izquierdo y se subió a esa acera, volteando a dos corredores.

El grupo se estiró conforme avanzaba la cuesta y tres toros entraron juntos y adelantados en la plaza del Ayuntamiento y en la calle Mercaderes, seguidos de cerca por el resto de morlacos y por los cabestros, agrupados.

Tras varias caídas en la curva que da entrada a Estafeta, dos toros se adelantaron varios metros a los demás y recorrieron solos toda la calle, sin derrotar ni hacer feos hacia los corredores, de modo que se pudieron ver algunas carreras limpias en este tramo. Fue a mitad de esta calle donde un corredor, que no calculó bien la distancia, fue atropellado por los animales, que sin embargo se limitaron a arrollarlo.

Así, adelantados, entraron estos dos toros en la plaza de Pamplona. El resto, recorrió Estafeta en grupo, sin producir ningún problema a los corredores, y así entró en los corrales de la monumental.

El encierro no hubiera llegado a los dos minutos y medio de duración de no haberse despistado dos toros en el coso, los que entraron adelantados del resto, una situación que puede ser muy peligrosa por el gran número de personas que se concentran en la arena tras el encierro; pero sólo fueron unos segundos y los dobladores lograron arrastrarlos a los corrales.