Muere Compay Segundo, una leyenda del son
El maestro cubano, de 95 años, había suspendido todas sus actuaciones en directo
El cantautor cubano Compay Segundo, que sufría desde hace meses una grave enfermedad, ha fallecido a los 95 años de edad en La Habana, donde el sábado recibió un concierto homenaje.
Su hijo anunció hace unos días que el delicado estado de salud del músico le impedía cualquier actividad a Compay Segundo, que tenía previstas muchas actuaciones en los próximos meses en Europa, incluidas algunas fechas en España. "Los médicos le recomendaron que debía mantenerse en reposo absoluto a causa de una deficiencia renal" que sufría desde hace varios meses.
Su última actuación fue el 27 de febrero pasado en un concierto en el Auditorio Nacional de Ciudad México.
Compay Segundo ha muerto dos días después de recibir en La Habana el homenaje de los músicos de su banda, un concierto celebrado en el Hotel Nacional en el que se interpretaron muchos de sus èxitos, como "Fidelidad", "La negra Tomasa", "Huellas del pasado", "Juramento" o "El vendedor de agua".
Máximo Francisco Repilado Muñoz, conocido como Compay Segundo, nació el 18 de noviembre de 1907 en Siboney, en la provincia oriental de Santiago de Cuba, donde nació el son, género emblemático de la música tradicional cubana.
El cantante era una auténtica leyenda viviente de la música cubana y uno de los más fieles intérpretes del más típico de los ritmos musicales de la isla. Tabaquero de oficio y músico autodidacta, el artista tomó el apodo de Compay (compadre) del saludo que acostumbran a darse las personas en la región oriental de la isla, y lo de Segundo, por su voz con registro de barítono (voz segunda).
Había grabado nueve discos, entre otros, Lo mejor de la vida, Las flores de la vida, Calle Salud, y en el más reciente hace dúos con la caboverdiana Cesaria Evora, el francès Charles Aznavour, el cubano Pablo Milanès y los españoles Martirio y Antonio Banderas.
CON LOS GRANDES
Hijo de un empleado del ferrocarril andaluz y una negra criolla, Compay Segundo aprendió a tocar el tres -instrumento de la familia de la guitarra, con sólo tres cuerdas y típico de las zonas rurales cubanas- y el clarinete, a cantar y componer.
Saboreó la bohemia santiaguera de los años 20 y desde muy joven se relacionó con trovadores de la talla de Sindo Garay, Miguel Matamoros y Ñico Saquito. Pasó por pequeñas agrupaciones y estudiantinas en Santiago y apareció en estaciones radiofónicas comerciales con su armónico antes de llegar a La Habana, de la mano del Quinteto Cuban Stars.
En 1936 ingresó en la Banda de Bomberos de Regla como clarinetista y después pasó al Conjunto Matamoros, donde permaneció durante 12 años y conoció a Benny Moré, el "bárbaro del ritmo". En 1942, forma "Los Compadres", con el propósito de divulgar la música campesina cubana. El dúo se rompe en 1955 y deja paso a "Compay Segundo y sus muchachos".
La revolución castrista condujo a Compay al olvido. Regresó a la fábrica de puros H. Upman donde trabajó durante 17 años elaborando habanos. En la década de los ochenta se dedicó de nuevo a la música, y fue redescubierto en un hotel de La Habana donde actuaba para turistas.
Tras varios viajes a Europa y a Nueva York, su carrera dió un vuelco total. La causa fue la grabación del álbum Buena Vista Social Club, con los auspicios del músico cubano Juan de Marcos González y del guitarrista norteamericano Ry Cooder.
El disco y documental, en el que participó junto con otras figuras reconocidas de la música cubana como Ibrahim Ferrer, Rubén González, Puntillita y Omara Portuondo, entre otros, obtuvo un premio Grammy en 1997. Comenzó su segunda juventud con más de 85 años.




