Julián Muñoz pide perdón a los marbellíes por el "espectáculo" que ofreció en Telecinco
Utiliza el periódico gratuito "La Tribuna" para difundir una carta abierta en la que se avergüenza de su enfrentamiento con Gil
El alcalde de Marbella, Julián Muñoz, ha pedido hoy "perdón" a sus conciudadanos por el "espectáculo" que considera que fue su intervención junto a Jesús Gil en el programa "Salsa Rosa" de Telecinco, el pasado sábado.
Muñoz afirma a través de una carta abierta en el diario municipal gratuito "La Tribuna" que se "tragó el sapo" de acudir a la televisión porque Gil iba a ofrecer su "particularísima versión de los hechos, me tiró el guante y lo recogí".
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Sostiene en su carta que "había que estar por respeto al pueblo y defendiendo los intereses de esas personas que hace dos meses creyeron en mí", aunque reconoce que se enfrentó a alguien "más ducho en esos menesteres, ya que está acostumbrado a los medios" mientras que él es "sencillamente un español católico, trabajador y sentimental, una persona del pueblo" que alcanzó la fama nacional por su relación con la tonadillera Isabel Pantoja.
El alcalde marbellí reconoce que esa "especie de debate" fue una "especie de circo, porque no era el foro adecuado", pero insiste en que "había que estar para evitar que los ciudadanos fueran manipulados e intoxicados percibiendo mensajes que no son más que groseras justificaciones".
UN PROGRAMA PERJUDICIAL PARA MARBELLA
Además, admite que el programa no dio una "imagen amable de Marbella, no demostró la realidad en la que vivimos, fue un bajonerío en el que se puso en duda mi lealtad a un ex alcalde por el que me he sentado innumerables veces en el banquillo".
En su escrito, acusa a Gil de "intentar otorgar a dedo y porque le da la gana" a la socialista Isabel García Marcos y a Carlos Fernández (PA) "un lugar preponderante como regidores del destino de unos marbelleros que detestan a estos personajes", lo que considera "una bajeza".
También asevera que lo que ha motivado la moción de censura en su contra es su "firme propósito" de aprobar un "buen" Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) "de acuerdo" con la Junta de Andalucía y el haber "destronado" al gerente de Urbanismo en su afán por inaugurar una "nueva etapa" en la que se ha topado con "el escollo de la ambición y de los intereses personalistas", que se comprometió a salvar.