Los parisinos despiden a Marie Trintignant en un emotivo funeral

Artistas e intelectuales homenajearon hoy con poemas y canciones a Marie Trintignant en una emotiva despedida en el teatro Edouard VII de París antes del entierro de la actriz, que reunió a más de mil personas en el cementerio de Pere-Lachaise.

Actores como Catherine Deneuve, Daniel Auteil, Jane Birkin y Vincent Pérez, los directores Claude Lelouch y Agnes Varda, el escritor Jorge Semprún y el ex primer ministro Lionel Jospin eran algunos de los doscientos invitados a la "reunión familiar" organizada por Jean-Louis y Nadine Trintignant, padres de la actriz.

El famoso actor y la realizadora ocupaban la primera fila del teatro junto al mayor de los cuatro hijos de la fallecida, Roman, de 16 años, que rodaba con ella en Lituania un filme sobre la vida de la escritora Colette cuando su madre entró en coma tras una pelea con su compañero sentimental, el cantante de rock Bertrand Cantat.

La actriz falleció el pasado viernes de un edema cerebral en una clínica parisina, después de ser repatriada desde Vilna, donde fue intervenida quirúrgicamente en dos ocasiones de las lesiones cerebrales ocasionadas por los golpes sufridos en la noche del 26 al 27 de julio, cuando se encontraba con el cantante en un hotel.

EL AGRESOR CONTINÚA EN LITUANIA

Cantat, que permanece detenido en la capital lituana, ha dado hoy su visto bueno a una posible extradición a Francia, como desea la familia Trintignant, que le considera el responsable de la tragedia.

"Nuestra cólera se apaciguará en la serenidad de nuestra alma y en las lágrimas de nuestros ojos", recitó Jorge Semprún, uno de los amigos de los Trintignant que se subieron al escenario para recordar a la actriz, a la que conocía desde su nacimiento.

En el emotivo homenaje dirigido por el cantante Jacques Higelin se mezclaron la música y los textos con las canciones preferidas de Trintignant, que tararearon con tristeza los invitados, todos ellos vestidos de color claro a petición expresa de la familia.

También el blanco fue el color reinante en el entierro celebrado unas horas después en el famoso cementerio de Pere-Lachaise, donde Trintignant reposa ya muy cerca de su admirada Colette y junto a personajes tan célebres como Marcel Proust, Oscar Wilde, Sarah Bernhardt, Edith Piaf y Jim Morrison.

Su desaparición "subraya la fuerza y la necesidad de combatir para la completa igualdad entre hombres y mujeres", aseguró el ministro de Cultura, Jean-Jacques Aillagon, ante el féretro blanco engalanado con rosas amarillas y girasoles.

A pesar de los cuarenta grados centígrados de temperatura y el sol canicular que sacudía la capital francesa a la hora del entierro (12.00), más de mil personas acudieron a las exequias, en las que no hubo ninguna ceremonia religiosa.

Al contrario que en el acto del teatro Edouard VII, estrictamente reservado a los amigos de la familia, los Trintignant decidieron permitir que los admiradores de la actriz que lo desearan estuvieran presentes en el entierro.

Muchos de ellos firmaron en un libro colocado para la ocasión, además de dejar mensajes de consuelo para la familia y flores, muchas coronas, una de las cuales había sido enviada por el jefe del Estado francés, Jacques Chirac.

La mayoría de los presentes eran mujeres, conmocionadas por el trágico final de la actriz, que se ha convertido en símbolo de la lucha contra la violencia conyugal en Francia. Según los últimos datos oficiales, dos mujeres mueren cada semana en este país a consecuencia del maltrato de sus parejas, recordó hoy el movimiento francés para la planificación familiar.

Esta asociación, junto a la Federación Solidaridad Mujeres, ha hecho un llamamiento para lograr que la muerte de la actriz ayude a salir del anonimato a tantas víctimas de la violencia dejando un mensaje y una flor blanca en la parisina plaza de Colette, un nombre ya siempre unido al de Marie Trintignant en el recuerdo de los franceses.