Israel rechaza un nuevo alto el fuego

Israel mantiene su exigencia de que la Autoridad Palestina desmantele los grupos armados como condición previa para reanudar el proceso de paz, según declaró el portavoz del Gobierno israelí, Avi Pazner.

"La propuesta no es seria. Mientras las organizaciones

terroristas existan, no habrá posibilidad de un verdadero alto elfuego", declaró Pazner.

La Autoridad Palestina realizó ayer esta oferta de alto el fuego para detener la espiral de violencia que resurgió tras la ruptura, por parte de los grupos armados palestinos, de la tregua unilateral en sus ataques contra Israel proclamada a finales de junio.

El anuncio de Hamás y la Yihad islámica se produjo después de que un dirigente del grupo Hamás muriera el pasado jueves durante un ataque israelí en Gaza. Era la respuesta de Israel al atentado suicida de Jerusalén, reivindicado por Hamás, que el martes pasado causó la muerte de 21 personas, además de la del kamikaze, activista de Hamas.

El diario israelí "Haaretz" informa esta mañana de que la Autoridad Palestina ha detenido en las últimas horas a 13 militantes de grupos radicales palestinos, entre ellos a 12 traficantes de armas, según informa. Además, las fuerzas de seguridad palestina cerraron anoche tres túneles en la localidad fronteriza de Rafah, en la franja de Gaza, utilizados normalmente para contrabando de armas y drogas desde Egipto hacia este territorio palestino.

Pese a estos avances de la Autoridad Palestina en la lucha contra los extremistas, fuentes del Gobierno de Israel citadas por la radio militar israelí han advertido de que el presidente palestino, Yasir Arafat, será expulsado de los territorios palestinos "después del

próximo gran ataque terrorista", aunque precisaron que la decisión aún no está tomada definitivamente.

Fuentes del Ejército israelí citadas por el "Haaretz" aseguran que Arafat impidió el pasado jueves a su primer ministro, Mahmud Abbas (Abú Mazen), tomar medidas contra los grupos terroristas, y que ha

expulsado de su cuartel general de Ramala (Cisjordania), a 18 militantes buscados por Israel, para evitar que las fuerzas israelíes vuelvan a atacarlo en un intento de arrestarlos. Arafat está sitiado en su cuartel general de Ramala, conocido como la Muqata, desde finales de 2001.

Expertos de seguridad israelíes creen que la escalada de violencia no se detendrá en las próximas semanas. Es probable que el Ejército israelí continúe los ataques en Nablús y otras ciudades de Cisjordania, y no tiene intención de acabar con los asesinatos selectivos, aunque podría levantar el bloqueo en localidades donde la situación esté tranquila.