Hallan a 238 metros de profundidad el submarino ruso hundido ayer
El Gobierno ruso afirma que hubo "negligencia"
Moscú
El submarino nuclear ruso hundido ayer en el mar de Barents yace sobre el fondo marino a 283 metros de profundidad a mucha más profundidad que la indicada ayer, cuando se dijo que el sumergible estaba a 170 metros.
El ministro de Defensa ruso, Serguéi Ivanov, notificó hoy el hallazgo a 238 metros de profundidad en aguas de Barents del submarino nuclear "K-159", cuyo naufragio en la
madrugada del sábado causó la muerte de nueve marinos.
Ivanov, quien viajó hoy al lugar del naufragio desde la base de la Flota del Norte rusa, en Severomorsk. A bordo del crucero "Mariscal Ustínov", el ministro señaló a la prensa que el submarino muestra su escotilla principal abierta.
Más información
Sólo uno de los diez tripulantes con que contaba el "K-159" pudo ser rescatado con vida. También se recuperaron dos cadáveres de las aguas. El ministro de Defensa ruso dijo hoy que los cuerpos de los siete marinos restantes del "K-159" están con casi total seguridad en el interior del submarino, aunque dijo que continuará el rastreo de las
aguas cercanas al naufragio.
A pesar de que la escotilla principal del submarino estaba abierta, y por lo tanto el agua debió inundar el casco en los primeros minutos del naufragio, los equipos de rescate hicieron descender hasta el "K-159" aparatos de sonar para detectar cualquier sonido, aunque sin resultado alguno.
HUBO "NEGLIGENCIA E IMPRUDENCIA"
Ivanov subrayó que el naufragio del "K-159" fue debido a la "negligencia" e "imprudencia" de quienes ordenaron y organizaron el traslado del submarino con unas condiciones meteorológicas adversas. "Aquí, de nuevo, se ha puesto de manifiesto el hábito ruso de confiar en la mera suerte y pensar que todo va a salir bien" aunque no se cumplan las normas mínimas de seguridad, manifestó Ivanov.
El ministro de Defensa ordenó anoche la destitución del oficial responsable del traslado del "K-159", el capitán de segundo rango Serguéi Zhemchuzhnov, y la Fiscalía Militar rusa ha iniciado una investigación al respecto, con cargos ya presentados contra éste y
otros marinos.
El comandante en jefe de la Armada rusa, Vladímir Kuroyédov, indicó que detrás de esta tragedia está "el desprecio a las instrucciones y órdenes demostrado por los responsables del submarino y los jefes de flota". Sin embargo, añadió Kuroyédov, "el mar nunca deja tal negligencia sin castigo".
REACTORES DESACTIVADOS
El "K-159", que entró en servicio en 1963 y cuya vida útil terminó en 1989, se hundió al desengancharse durante una tormenta de los cuatro pontones que lo sujetaban y aseguraban su navegabilidad.
El sumergible, con los dos reactores desconectados y sin armamento a bordo, era remolcado para su desguace al puerto de Poliarni, cerca de Murmansk, cuando se produjo la tragedia a tres millas de las islas Kildin.
Según reveló la Flota del Norte rusa, además del "K-159", otro sumergible similar era también trasladado a Poliarni para su desmantelamiento, lo que complicó las tareas iniciales de rescate de la tripulación del submarino hundido.




