Denuncian a Gas Natural por facturar ilegalmente a sus clientes
La compañía incumple la ley y cobra por el mantenimiento de aparatos de su propiedad
La Federación de Consumidores en Acción (Facua) denunció hoy que Gas Natural factura "ilegalmente" cantidades millonarias cada año en concepto de alta y mantenimiento de sus instalaciones.
Facua está agrupando a los afectados para reclamar la devolución de su dinero, que en conjunto asciende ya a varios cientos de millones de euros. La Federación ha creado una página web sobre el caso, www.facua.org/gasnatural, y asesora a los usuarios a través de su Teléfono del Consumidor.
Según indicó la Federación, una sentencia dictada el pasado julio en Córdoba corrobora unas presuntas irregularidades que Facua viene denunciando desde 1994, como el cobro del mantenimiento de las instalaciones comunitarias.
Así, apuntó Facua, Gas Natural percibe varias decenas de millones de euros cada año por cobrar de forma ilegal a parte de sus 4,3 millones de clientes una cuota, denominada Instalación Receptora Común (IRC), por el mantenimiento de las instalaciones comunitarias propiedad de la compañía.
Aunque la cuantía de esta cuota no es la misma para todos los abonados, Gas Natural les factura aproximadamente entre 22 y 49 euros anuales por este concepto, explicó la organización. La empresa habla de 21,64 euros anuales (no menciona si está o no incluido el IVA) en una sentencia dictada el pasado 28 de julio por el titular del Juzgado de Primera Instancia número 8 de Córdoba donde se pone de manifiesto la ilegalidad de estas prácticas.
Por su parte, los teleoperadores del servicio de atención al cliente de la compañía informan de que el IRC supone generalmente 7 euros más IVA bimestrales, aunque confirman que no todos los clientes pagan lo mismo. Facua añadió que el Reglamento General del Servicio Público de Gases Combustibles (Real Decreto 2.913/1973) establece que es la propietaria de las instalaciones quien tiene que asumir los costes de su mantenimiento, y según la Federación Gas Natural es la dueña de una parte importante de las mismas.
Desde la segunda mitad de los 90, la oferta para captar clientes desarrollada por la compañía se basa en que éstos ya no tienen que asumir el alto precio de las infraestructuras necesarias en cada bloque de viviendas para el suministro de gas.
Estas nuevas instalaciones son propiedad de la compañía, a diferencia de las existentes anteriormente en inmuebles donde las comunidades de propietarios habían decidido asumir sus costes, aquellos que contaban con instalaciones de gas ciudad, y a comienzos de los 90 fueron adaptadas para el suministro de gas natural o en viviendas unifamiliares donde a la suministradora no le resultara rentable asumir los citados costes.
