En bragas y sujetador por un permiso de circulación
La mujer reclamaba una tarjeta de residente para circular por la Plaza del Sol
Una mujer se quedó esta mañana en bragas y sujetador en uno de los controles de acceso al Ayuntamiento de Madrid, ante su malestar por las dificultades que estaba teniendo para obtener una tarjeta de residente con la que pudiera circular por el entorno de la Puerta del Sol.
Ante el asombro de los funcionarios, la mujer optó por quitarse la blusa de color azul celeste que llevaba y por bajarse el pantalón, de color beige, hasta la altura de las rodillas, enseñando sin pudor su ropa interior, de color champán, según explicaron a Europa Press testigos presenciales.
El motivo de su enfado era que había acudido minutos antes a la Junta Municipal de Centro, situada en la Plaza Mayor, para pedir una tarjeta de circulación con la que poder transitar por el entorno de la Puerta del Sol, ya que tiene fijada su residencia en la calle Sacramento, y desde allí la habían desviado hasta la Casa de la Villa.
Al llegar a Plaza de la Villa número 4, donde se encuentra el despacho del alcalde, el funcionario de turno le recomendó que formulara su solicitud en Mayor número 72, sede del Área de Movilidad, y en ese momento esta mujer mostró su enfado despojándose de la blusa y bajándose los pantalones hasta las rodillas, mostrando a funcionarios y transeúntes los encajes de su lencería.
Además, comentó que si no obtenía una respuesta satisfactoria estaba dispuesta a quedarse desnuda en la Plaza de la Villa hasta que llegaran los medios de comunicación, para que todo el mundo conociera el motivo de su enfado, que no es otro que los problemas que tiene habitualmente para acceder a su domicilio en su coche.
Ante el tono de los acontecimientos, acto seguido tuvo que intervenir el sargento de la Policía Municipal que esta mañana estaba al frente de los efectivos existentes en las dependencias centrales de la Administración local. Tras pedirle que se vistiera, el sargento se ofreció acompañarle hasta la sede de Movilidad Urbana, donde esta mujer fue recibida por el delegado de la Concejalía de Servicios a la Comunidad, Fernando Autrán.
Mientras tenía lugar la entrevista, el perro que llevaba permaneció atado a una barra situada a la entrada del número 4 de la Plaza de la Villa (Casa de Cisneros), custodiado por los policías que hacían el trabajo de puerta.




