Calatrava levanta en Tenerife uno de los auditorios más grandes y personales del mundo
El Príncipe Felipe inaugura hoy el Auditorio de Tenerife, en el Castillo de San Juan, obra del arquitecto e ingeniero Santiago Calatrava. El edificio, arriesgado como todos los de Calatrava, se asemeja a una media luna acostada en tierra.
El Auditorio de Tenerife es un edificio de 40 metros de altura que se convertirá en una de las salas acústicas más grandes del mundo. Para la ocasión se ofrece esta noche un concierto a cargo de la Orquesta Sinfónica de Tenerife y el Orfeón Donostiarra.
Su creador, el arquitecto Santiago Calatrava, opina que esta obra es "un edificio-hito, con multiplicidad de sugerencias y una simbiosis" con el paisaje que lo asemejan a Chillida, y del que espera que se convierta "en una de las grandes salas de audición del país y del mundo".
UN SUEÑO DE QUINCE AÑOS
El arquitecto e ingeniero valenciano aseguró que el edificio, para cuya creación fue contratado por el Cabildo de Tenerife en 1992, tiene "una prestancia y una personalidad" porque desde el principio la citada corporación quería que fuese "excepcional".
"El sueño que se empezó a forjar hace unos quince años de dotar a la orquesta de la isla con un auditorio de calidad se ha realizado", confesó el arquitecto, quien se mostró "contento y orgulloso de haber podido formar parte de esta obra".
OLA, LUNA O CASCO
Para su creador, el auditorio es "austero" en el empleo de los materiales para conseguir el máximo de luz en un contexto sobrio "debido al límite de la inversión" prevista por el Cabildo tinerfeño, cuyo presidente, Ricardo Melchior, indicó que el edificio ha tenido un presupuesto de unos 72 millones de euros.
Calatrava reconoció "las discusiones que pueden suscitar los elementos formales de la obra" y explicó que a menudo se le pregunta si el edificio tiene forma "de ola, de luna o de casco", y se congratuló de que el auditorio sea "sugerente", porque tambièn es así la música.
